El pasado martes la Consejera de Salud, Gotzone Sagardui, volvió a dar otra vuelta de tuerca a la maltrecha Atención Primaria; anunciando que Osakidetza va a posponer las consultas “que no revistan especial urgencia”.
En la práctica, esto va a suponer que miles de personas con patologías crónicas (Diabéticos, Hipertensos, personas con EPOC o Insuficiencia Cardiaca Crónica, por poner unos ejemplos) van a ver, una vez más, como el Derecho a la Salud es papel mojado para ellas.
Desde ESK queremos incidir que esta situación no nos pilla desprevenidas; tras el cierre de los vacunódromos el 1 de octubre, este Sindicato denuncio la política temeraria seguida por Osakidetza, que supuso el despido de más de 4000 personas, personas que deberían haber seguido prestando sus servicios apoyando y reforzando la Atención Primaria.
Una Atención Primaria muy mermada e infradotada, no sólo por causa de la pandemia, sino por decisiones de nuestros gestores políticos, que durante años se han dedicado a minusvalorarla y despreciarla, hasta el punto de que los y las profesionales convocaron, mediante la plataforma Lehen Arreta Arnasberritzen, una serie de movilizaciones y huelgas, apoyadas e impulsadas por ESK, hace ya más de dos años.
Desde ESK consideramos inaceptable esta decisión de Osakidetza, decisión que sólo va a conseguir aumentar las desigualdades en Salud y fomentar la división de la sociedad vasca entre personas que podrán pagarse un Seguro Privado y aquellas que no.
El departamento de Salud, con estas medidas de maltrato a la Atención Primaria, favorece exclusivamente a la sanidad privada, que es la que rentabiliza económicamente la pérdida de calidad del sistema público.
ESK llama a la plantilla y a la ciudadanía a apoyar y participar en todas las movilizaciones que se están organizando en toda la geografía vasca en defensa de una Atención Primaria dotada de los recursos humanos y materiales imprescindibles para prestar la asistencia que se merece la ciudadanía de este país.