El pasado miércoles, 2 de julio, el ejército sionista asesinó al director del Hospital Indonesio del norte de Gaza, el doctor Marwan al-Sultán y a varios miembros de su familia en un bombardeo dirigido contra su domicilio.
Al Sultán había denunciado en numerosas ocasiones durante los últimos meses la situación en el enclave a causa de la ofensiva de Israel y había reclamado a la comunidad internacional que garantizara la seguridad del personal médico palestino. Además, el Hospital Indonesio, situado en el norte de la Franja de Gaza y construido con fondos indonesios, es uno de los pocos que queda parcialmente operativos en el norte de la Franja de Gaza.
Todo crimen contra equipos médicos y humanitarios confirma la sangrienta metodología por parte de las tropas israelíes, y la determinación de atacarlos directamente y deliberadamente es un crimen atroz contra el personal médico de Gaza por parte del Estado judío, que busca el exterminio del pueblo palestino por cualquier medio, usando la hambruna como arma de guerra.
¿Es justificable someter a la población civil a una miseria y hambruna por no permitir el acceso a comida, agua, electricidad, medicinas, combustible...?
No podemos olvidarnos de los centenares de rescatistas, periodistas, niñas y niños asesinados en las “colas del hambre”, ni de las decenas de ataques a Hospitales y Ambulancias, Universidades y “zonas seguras”.
La ofensiva israelí contra Gaza ha dejado hasta la fecha más de 57.000 palestinos muertos y más de 134.500 heridos, tal y como han denunciado las autoridades del enclave palestino, si bien se teme que la cifra sea superior.
Desde la Junta de Personal de la OSI Araba y la plataforma Al Ahli taldea, nos solidarizamos con nuestras compañeras de profesión y con todos aquellos voluntarios y rescatistas que arriesgan sus vidas para ayudar a su pueblo. Su fuerza, coraje y resiliencia es digna de admirar, es una lección que deberíamos de aprender y es la solidaridad que deberíamos demostrar.
No nos olvidamos de las periodistas asesinadas, los miembros de la UNRWA, media luna roja y otras agencias humanitarias que también han sufrido la violencia indiscriminada del estado genocida.
Pongamos fin a la masacre, no permitamos que los derechos humanos se conviertan en papel mojado, denunciemos este genocidio, condenemos la limpieza étnica contra el pueblo Palestino, su ocupación y el ilegal régimen de apartheid al que es sometido.
No callemos, nuestra posición como sanitarios que somos otorga la legitimad suficiente para denunciar el uso de la salud como arma de guerra.
Unámonos contra el estado fascista Sionista, contra los cómplices que le financian y arman, contra el silencio de los colegios profesionales sanitarios y la servil prensa occidental que mira a otro lado.
Para denunciar este genocidio, la Junta de Personal de la OSI Araba, junto con Al Ahli Taldea, convocamos a una