Cada 25N las instituciones condenan la violencia machista, pero su respuesta es siempre la misma: recortes y privatizaciones. No se combate la violencia con discursos, sino con recursos públicos y políticas reales.
La inspección de trabajo emite una sanción muy grave (de 7.501 € a 225.018 €) contra el ayuntamiento de Gasteiz por vulnerar el derecho a la huelga de los y las jardineras de Enviser. Exigimos a la concejala que reconozca su error y que pida perdón.
Israel continúa vulnerando el derecho internacional con prácticas genocidas en Gaza. La sociedad civil debe actuar: el boicot y la presión son herramientas necesarias para detener la impunidad.
La plantilla de Haizea Bilbao está convocada a paros parciales los miércoles 12, 19 y 26 de noviembre para exigir a la empresa y al Gobierno Vasco condiciones laborales seguras. Nuestra salud vale más que sus beneficios.
Denunciamos que el 80% de las empresas incumple la normativa de prevención tras 30 años en vigor. Además proponemos medidas concretas al Gobierno de Nafarroa para combatir la alta siniestralidad laboral en el sector forestal.
La licitación que preveía el recorte del 38% de personal y el empeoramiento del servicio ha quedado desierto tras meses de lucha y la Diputación de Araba ha anunciado que habrá 8 plazas para el nuevo centro, dos más de lo previsto en el primer pliego.
Desde ESK entendemos que si la financiación de Osatek es pública, su gestión también debería serlo, pasando a manos de Osakidetza mediante un proceso de integración que siga los pasos del ya realizado con Onkologikoa.
Animamos a participar este sábado 8 de noviembre en la manifestación convocada por las víctimas del franquismo y las Asociaciones memorialistas en Iruñea para exigir el derribo de Los Caídos.
PNV y PSE-EE han hecho pública su posición contraria al salario mínimo; los sindicatos consideramos que constituye un mínimo democrático la posibilidad de debatir una iniciativa popular que viene respaldada por 138.495 firmas.
El Ayuntamiento de Bilbao no puede seguir mirando hacia otro lado mientras las trabajadoras que trabajan en su subcontrata limpiando sus edificios sufren precariedad extrema. Es su subcontrata, es su responsabilidad.
Ametsak borrokatuz!
