Denunciamos la hipocresía de la Diputación de Araba por recibir un premio por prestar un servicio subcontratado que en el nuevo pliego quiere recortar y que supondrían 7 despidos y el deterioro de la atención a víctimas de violencia machista.

« Los méritos para la recepción del premio son  realmente dudosos  »

Este martes, 21 de octubre, la Diputación Foral de Álava recibió el premio solidario Grupo Social ONCE Euskadi 2025 en la categoría de administración pública por la puesta en marcha del centro de acogida residencial de media estancia a mujeres víctimas de violencia machista y personas a su cargo (CARME).

La entrega del premio es cuanto menos curiosa, se premia a la Diputación por cumplir con sus obligaciones legales, la apertura del centro, que además se produjo en 2020. Es un recurso que la Diputación subcontrata con empresas y no gestiona de manera directa, por tanto, los méritos para la recepción del premio son realmente dudosos.

Recortes inaceptables en el pliego

Esto se produce cuando la Diputación ha planteado recortes inaceptables en el pliego de contratación que salió el pasado 31 de mayo para la gestión del centro. Gorka Urtaran recogió el premio poniendo en valor la calidad de la atención que se presta en el centro y presumiendo de ella, mientras plantea recortes en el servicio.

Y lo cierto es que la labor de las profesionales del CARME merece ese y muchos más premios, siendo el mayor de ellos el reconocimiento del trabajo que realizan y la garantía del mantenimiento del personal y la mejora de las condiciones en las que se presta la atención de la que la Diputación presume. Solo se puede dar la atención de calidad que las mujeres víctimas de violencia machista y los menores atendidos se merecen con personal suficiente, altamente cualificado y con experiencia, como el que tiene el CARME en la actualidad.

El pliego es un auténtico atropello, de seguir adelante supondría 7 despidos, el 38% de la plantilla actual, y la imposibilidad de seguir dando la atención actual del servicio. Se pretende atender a 6 mujeres y sus familias, hasta un total de 17 personas sin contar menores de 3 años, con una persona por turno en muchas ocasiones, un auténtico despropósito.

Indefensión de las mujeres atendidas

Ante la denuncia pública de la situación a la que llevaría el nuevo pliego, la respuesta de la Diputación ha sido seguir adelante con sus pretensiones sin escuchar a las trabajadoras, a las que se ha negado a recibir una y otra vez el señor Urtaran.

Parece que la Diputación pretende que los recortes pasen sin pena ni gloria, mientras intenta lavar su conciencia y reputación con premios que no le corresponden. No quieren entender que la denuncia pública de la plantilla no se realiza únicamente por los despidos que se producirán si se aplica lo marcado en la nueva licitación, sino que se realiza por la preocupación que genera la indefensión en la que quedan las mujeres atendidas, que lejos de recibir el apoyo que necesitan, verían dificultada su plena recuperación porque la Diputación se ahorre cuatro duros.

Vamos a seguir denunciándolo

La plantilla no va a cejar en su empeño, solicitando la reversión de los pretendidos recortes y solicitando la ampliación inmediata de los recursos en toda la red residencial de atención a las víctimas de violencia machista, lo que volverán a solicitar hoy en comparecencia en la Comisión de Políticas Sociales de la Diputación Foral de Araba.

El pasado 2 de julio, la intervención donde Gorka Urtaran intentó dar explicaciones de esta chapuza, se produjo mientras las trabajadoras del centro se concentraban junto a más de un centenar de personas de una veintena de colectivos feministas, sociales y sindicales (ESK, ELA, LAB, CCOO, STEILAS, la Junta de Personal del IFBS, el Movimiento Feminista de Gasteiz, Mujeres contra la Guerra, Pentsionistak Araba (Arabako Pentsionistak Lanean y Por una Vida Digna), Sorginenea, Itaia Gasteiz, Mugarik Gabe, Argilan-ESK y Errota Zaharra Auzo Elkartea).

Gorka Urtaran puede escuchar el amplio respaldo social y garantizar no solo el mantenimiento del servicio que se ofrece en el CARME, sino la ampliación de los recursos de toda la red residencial de atención a víctimas de violencia machista (CAI, CARME y SISEP) o mantenerse en sus trece y aplicar unos recortes totalmente injustificados.

Seguimos luchando por un compromiso real contra la violencia machista y no vamos a parar.

¡Basta de recortes, de hipocresía y de discursos vacíos!