Al parecer, se incorpora a una empresa del ámbito de la sanidad privada con posibles vínculos con el PNV. ESK quiere denunciar este enésimo caso de puerta giratoria que nuestros políticos del PNV manejan tan bien.
ESK ha tenido conocimiento, a través de los medios de comunicación, del destino dorado el exconsejero Darpón.
Al parecer, se incorpora a una empresa con posibles vínculos con el PNV, que opera en el ámbito de la sanidad privada, responsabilizándose de la zona Euroasiática.
ESK no duda de su capacidad para cumplir satisfactoriamente con su nueva tarea; durante su mandato ya se encargó de intentar entregar a manos privadas los servicios, mal llamados no sanitarios, del Hospital de Urduliz. La lucha constante de ESK en todos los frentes, incluido el judicial, y el apoyo del conjunto de la plantilla impidió sus ansia privatizadoras.
En ESK no nos sorprende su nuevo cargo; el que durante tantos años dirigió la Sanidad Pública conoce muy bien cuáles son los nichos de mercado en la misma, él mismo se encargó de fomentar la “colaboración publico-privada”, y estamos seguros que sabrá aprovechar esta oportunidad para conseguir la mejor posición para la empresa que le ha contratado.
ESK quiere denunciar este enésimo caso de puerta giratoria que nuestros políticos del PNV manejan tan bien. Es curioso que, tras su dimisión motivada por su nefasta gestión del fraude denunciado por ESK de la OPE 2016-17 y los lamentos que supuso su salida entre los burukides del PNV, con el Lehendakari Urkullu a la cabeza, acabe en una empresa ligada al PNV y en un cargo directivo con un, estamos seguros, suculento jornal; parece que el PNV sabe premiar su arraigo y trabajo en pro del Partido.