Las declaraciones de Osakidetza ante las movilizaciones frente a las delegaciones del departamento de salud huelen a Consejería. Ha sido una respuesta visceral e infantil. Como cuando a un niño malcriado se le rompe un juguete. Las declaraciones de Osakidetza de ayer huelen a Darpon. Y en ESK tenemos una idea de qué juguete se le ha roto al consejero.

Habla Osakidetza (con voz de consejero) de las verdaderas y oscuras motivaciones que llevan a los sindicatos a movilizarse; “que aumente la plantilla de funcionarios públicos y, en consecuencia, el número de delegados sindicales”[sic.] Sin entrar a valorar lo ridículo de esta afirmación, en ESK nos preguntamos cuál será la verdadera motivación para haber elegido semejante consejero de salud.

Al señor Darpon se le ha roto una pieza de su juguete preferido, la privatización. Por un lado la movilización unitaria en defensa de una sanidad 100% pública y de calidad no cesa, sino que se intensifica en este presente año. Por otro lado el recurso de ESK ha anulado la licitación de cocina, cafetería y vending en el hospital de Urduliz.

Otra posible causa de su salida de tono esté en las denuncias a su gestión realizada por los sindicatos del sector en el Parlamento Vasco. Un marco en el que se le recordó los muchos problemas pendientes de resolver como consecuencia de los derechos que nos han robado durante los últimos cinco años con la escusa de la crisis económica.

El consejero debiera dedicar sus esfuerzos en dar solución a:

• La actual falta de personal en Osakidetza que incide en el deterioro de la calidad y a eliminar una precarización alarmante (36% actualmente) del personal mediante OPEs en las que se convoque todas las plazas existentes y una contratación digna que de estabilidad al personal.
• Una subida salarial que reduzca la pérdida del 23% del poder adquisitivo, la devolución de la paga extra del 2012 y la resolución de la convocatoria del desarrollo profesional del 2011 para evitar discriminaciones entre el personal por realizar el mismo trabajo.
• Que no nos penalicen por caer enfermos/as.

Estos reveses han escocido al consejero. El año es largo y el consejero deberá ir templando sus respuestas, si no quiere que las respuestas de Osakidetza acaben pareciendo "El Club de la Comedia".