En el último año el personal de la Atención Primaria de todo el estado no ha parado de movilizarse en defensa de este servicio indispensable, que no había conocido una crisis de esta magnitud desde que se empezarán a y desarrollar los Equipos de Atención Primaria en los años 70-80. Catalunya, Galiza, Andalucía, Madrid y Nafarroa son las comunidades donde las protestas han tomado forma de huelga, pero todas las comunidades restantes siguen este camino. En Euskadi, a falta de una convocatoria formal, el colectivo de trabajadores de atención primaria ha decidido en asamblea llamar a la huelga a toda la plantilla de AP durante jornadas completas con periodicidad mensual.
La auto-organización de los propios trabajadores a través de plataformas digitales y redes sociales es la característica más llamativa estas movilizaciones. No hay otra manera de hacerlo, ya que las decisiones se toman en lugares centralizados y distantes y la AP está diseminada por todo el territorio.
La sobrecarga laboral es el motivo principal de la mayoría de los movilizados. En la última década el presupuesto destinado a la AP se ha visto recortado en un contexto social que demanda más atención y es socio-sanitariamente más complejo. El envejecimiento de la población, la pluripatología y la pérdida de autonomía de las personas respecto a sus decisiones en el ámbito de la salud, son varios de los motivos de esta debacle multicausal. Pero no perdamos la perspectiva, el desmantelamiento de la sanidad pública en favor de los capitales privados, cada vez obtienen mayores beneficios, incluso durante la crisis, es la música de fondo de este momento histórico de retroceso del estado de bienestar.
A diferencia de otras comunidades en las que el colectivo médico ha sido el único sujeto visible, en Euskadi sido llamadas todas las categorías y todas han participado en la elaboración de las propuestas y demandas con las que se intentará encauzar indignación y el cansancio de los últimos años.