Esta guía pretende ser una herramienta y también una manera de visibilizar y dar la importancia que merece al sector de las trajadoras del hogar y cuidados.

 

Guía sobre los derechos de las trabajadoras del hogar y cuidados

 

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El Estado Español a día de hoy sigue sin ratificar el convenio y no hace más que alargar esta situación aplazando la ratificación e incumpliendo este acuerdo internacional. Una ratificación que ha vuelto a ser aplazada hasta 2022 por el Gobierno de Madrid. A su vez ni el Gobierno Vasco, ni el navarro ha establecido ninguna medida para atajar la desigualdad con respecto a otras trabajadoras que sufre el sector.

 

Guía trabajadoras de hogar y cuidados

Hemos querido aprovechar esta efeméride para por un lado denunciar una vez más la situación de este sector tanto a nivel institucional como a nivel laboral. Y por otro para presentar la guía de derechos laborales de las trabajadoras de hogar y cuidados de ESK. Esta guía pretende ser tan solo una herramienta más pero es también una manera de visibilizar y dar, también desde lo sindical, la importancia que merece al sector. Esta es en nuestra opinión una herramienta eficaz para la lucha y la reivindicación de los derechos laborales de las trabajadoras.

El sector de las trabajadoras de hogar y cuidados no ha tenido nunca el reconocimiento que merece. A pesar de todas las “diferencias” con el resto de sectores, de estar dentro de un régimen especial, no hay que olvidar que es un sector que sí está regulado, en el que sí existen derechos laborales por escasos que sean y estos tienen que ser respetados.

 

 

Situación de las trabajadoras

Están dentro del Régimen especial tanto en la seguridad social, como en su normativa laboral.

El trabajo de hogar y cuidado supone para el año 2020, 34.754 trabajadoras dadas de alta en la CAPV y Nafarroa. Lo que ha supuesto una pedida de empleo respecto el año anterior de 2.6% (950 altas menos). Sabemos que tras este dato se esconde mucha economía sumergida según estudio del Gobierno Vasco de 2011, alrededor de un 40%.

Este dato refleja, la realizada de las tareas/funciones que se desempeñan en este sector: Principalmente el cuidado y en un gran % del cuidado de personas dependientes que en gran numero viven solas.

Decimos que ha día de hoy la ley que las regula es discriminatoria, ya que deja de lado derechos pero para el resto de sectores sería imposible:

  • Permite la jornada semanal por encima de 40h/semanas.

  • No hay desempleo tras la pérdida de empleo.

  • Reconocen indemnizaciones por despido inferiores al resto de 33 solo 20 días Y en los casos de muerte o ingreso en residencia del empleado, cuestión muy corriente, no reconocen el tiempo trabajado, estableciendo una indemnización de 1 mes de salario, aunque llevaras 20 años trabajado.

  • Permite el trabajo de hogar interno, sin ningún tipo de relación, vemos como por 1.000€ se permiten tener una trabajadora, sin control del derecho a los descansos (12 horas entre jornada y jornada, no se cumple).

Y por otro lado, las trabajadas del sector se ven obligadas a tener que reclamar constantemente derechos:

  • Descanso diario (2 horas) y semanal de 48h continuadas.

  • No jornadas de más de 10 horas diarias.

  • El no reconocimiento de AT y EP por parte de Osakidetza y el Servicio de Salud Navarro.

 

Las trabajadoras de Hogar y cuidados en ESK

El alto índice de precariedad y explotación que se da en este sector, nos lleva a dirigir nuestra Acción Sindical a denunciar y exigir a las administraciones públicas un mayor control e implicación en la mejora, dignificación y protección de las condiciones laborales que se dan en el trabajo de hogar y cuidados.

ESK considera que desde el inicio de la Relación Laboral entre las personas trabajadoras (mayoritariamente mujeres) y la parte empleadora, Lanbide y el Servicio Navarro de Empleo, como agencias públicas de intermediación, han de jugar un papel activo ya que no hacerlo no hace más que promover la ya existente precariedad y explotación de estas trabajadoras, dejándola en manos de agencias piratas. La situación actual en torno al sector pone de manifiesto la dejación que hacen las instituciones en su obligación de asegurar unos servicios sociales que garanticen la cobertura necesaria en lo que a los cuidados se refiere. El sistema capitalista vive de espaldas al hecho de que somos seres dependientes, que nuestros cuerpos tienen límites y no asume la vulnerabilidad de estos  por lo que tampoco reconoce los trabajos que se ocupan de atender el mantenimiento de a estos cuerpos vulnerables. Unos trabajos que como bien sabemos son realizados mayoritariamente por mujeres debido al rol impuesto por el patriarcado en la división sexual del trabajo. El sistema capitalista y la ideología neoliberal, en clara alianza con el heteropariarcado, viven y se sustentan del trabajo doméstico de cuidados y reproductivo desempeñado por las mujeres, invisivilizado y en el mejor de los casos mal pagado. Es esta situación de absoluta discriminación que sufrimos las mujeres lo que permite y sustenta las también desiguales relaciones laborales que se dan en torno a las Trabajadoras de Hogar.

Un sector especialmente precarizado y en el que se dan todo tipo de abusos con especial incidencia entre las mujeres que trabajan como internas así como entre las mujeres migrantes. En estos colectivos la precarización llega a su extremo y son los colectivos donde más se vulneran sus derechos.

Es necesario por lo tanto la implicación de las administraciones por un lado como observadoras de las relaciones laborales y por otro como garantes de unos servicios públicos y de calidad orientados a atender las necesidades de la ciudadanía. Así mismo es impensable hacer modificaciones en este u otros sectores feminizados sin analizar la situación con perspectiva feminista.

 

Trabajadoras de hogar y cuidados en pandemia

La COVID-19 ha dejado grandes consecuencias negativas en nuestro mercado laboral, pero para este sector ha empeorado la situación de las trabajadoras del sector no solo durante el periodo de confinamiento sino después dejando a muchas mujeres en una situación de extrema vulnerabilidad, debido a que no ha habido ningún tipo de medida para paliarlo .

El sector de trabajo de hogar y cuidados durante la pandemia, sufrió una situación de desamparo sin precedentes. Las trabajadoras de hogar y de cuidados  tuvieron que  seguir desempeñando sus trabajos,  sin ningún tipo de medida para protegerlas frente al virus, ni  frente a la precariedad que se avecinaba.

Durante los peores meses de pandemia, marzo y abril del 2020, muchas de estas mujeres perdieron sus empleos, con una falta total de apoyo por parte de las Administraciones públicas,  sin ningún tipo de medida ni plan para dar respuesta a las necesidades de este sector feminizado donde los haya.

Han estado expuestas a desplazarse sin ningún tipo de salvoconducto. No se les han proporcionado epis, ni se ha actuado con los proponlos frente al covid (los contratado res ocultan toda esta información).

Queremos denunciar también que una vez más, que las trabajadoras de hogar y cuidados, siguen sin ningún tipo de prestación tras la pérdida/suspensión del empleo y que la situación del sector que antes de la llegada de la COVID-19 ya era muy precaria, ahora es insostenible.

En el contexto de aplicación de medidas extraordinarias para el resto de sectores, tales como prestaciones de desempleo que se dieron a las personas  asalariadas y/o  autónomas, ERTES de fuerza mayor… la única medida que se adopto para este sector fue un subsidio extraordinario.

Subsidio que quienes consiguieron solicitarlo; bien porque cumplían los requisitos “especiales”; bien porque lograron aportar la documentación, tardaron muchos meses en cobrar.  

En el mejor de los casos muchas de estas mujeres no recibieron el subsidio pasado el mes julio por primera vez y la gran mayoría de ellas no obtuvieron ningún tipo de respuesta por parte del SEPE.

El subsidio duró desde marzo hasta el 21 de julio de 2020, y tras la fecha no ha tenido prórrogas de ninguna clase. Las trabajadoras de hogar y cuidados, son un servicio esencial y además son quienes cubren las necesidades de cuidados que la administración incumple ¿Qué pasa con estas trabajadoras?, ¿no están pasando por una situación excepcional como el resto de empleos? ¿Su trabajo no es esencial?

Exigimos que de una vez por todas se equiparen los derechos laborales del sector de empleo de hogar y cuidados con el resto de sectores.

 

ESK con las trabajadoras de hogar y cuidados

En consecuencia desde ESK intensificaremos nuestro compromiso de estructurar a este colectivo dentro del sindicato. Reforzaremos, nuestra ya estrecha relación, con las organizaciones creadas por estas trabajadoras.

Y seguiremos reivindicando y denunciando todas estas vulneraciones de derechos que sufrimos las mujeres en el mercado laboral y más cuando lo hacemos desarrollando trabajos de hogar y cuidados. Donde las administraciones nos dejan sin derechos y nos dificultan su reconocimiento con su inacción, y políticas vacías sin medidas concretas.

 

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