Desde ESK queremos hacer llegar a sus familiares y amistades así como a las compañeras y compañeros de correos toda nuestra solidaridad y afecto en estos complicados momentos. Irene, trabajadora eventual, falleció el pasado 27 de agosto en el polígono industrial de Jundiz mientras repartía la correspondencia en moto. A día de hoy todavía no conocemos las circunstancias de esta nueva muerte en el trabajo.
Con Irene esta semana son dos las personas fallecidas en accidente laboral algo que ni instituciones ni empresas parece tomarse con la suficiente seriedad y responsabilidad. Desde ESK hemos denunciado en reiteradas ocasiones la situación de precariedad en Correos. Una empresa en la que las cargas de trabajo son insoportables y en la que a pesar de esto se sigue recortando personal mientras aumentan las secciones de reparto. Por otra parte la eventualidad se ha instalado de manera permanente a pesar de las vacantes existentes. A esta situación hay que sumarle la falta de formación especialmente la del personal eventual motorizado.
Desde primera hora de la mañana las trabajadoras y trabajadores de correos se están concentrando para denunciar la muerte de Irene y para exigir que se acabe de una vez por todas con este incesante goteo de trabajadoras y trabajadores muertos. Tenemos derecho a volver vivas de nuestros trabajos porque nuestras vidas valen más que sus miserables beneficios.
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