Denunciamos la falta de recursos ante el aumento de las situaciones de violencia en el Instituto Foral de Bienestar Social de Álava y les instamos a intervenir para atajar el aumento de la violencia y garantizar unas condiciones de trabajo seguras.
« Sufrimos falta de personal, formación escasa y falta de protocolos »
Desde ESK queremos denunciar problemáticas existentes en el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) de Álava que se prolongan en el tiempo y van en aumento desde la implantación del nuevo modelo de cuidados denominado Gizarea. Un modelo enfocado a la atención personalizada, que pretende potenciar las relaciones respetuosas entre los propios usuarios, familiares y/o profesionales; que lleva en funcionamiento poco más de dos años.
Realidad tozuda
Es un modelo que inicialmente tiene buena apariencia al conocer las intenciones que tiene, pero la realidad es tozuda y completamente alejada de dichas intenciones. Es un modelo superficial, donde la falta de personal imposibilita llevarlo a la práctica, la formación de los profesionales ha sido escasa, no existen protocolos nuevos de actuación para resolver diferentes situaciones que puedan existir, ya que los existentes han quedado desfasados.
El área de personas mayores tiene como objetivo generar espacios de convivencia libres de sujeciones y de medicaciones. La sensación es que la limitación de medicación ha sido general, sin contemplar las características y necesidades de algunas personas usuarias y/o un protocolo existente para hacerlo; con resultados palpables de aumento de situaciones conflictivas y violentas que se dilatan en el tiempo, que anteriormente se atajaban mediante medicación puntual o algún tipo de sujeción puntual y concreta.
Riesgos psicosociales
A día de hoy no hay contemplado ningún otro protocolo de actuación; las personas usuarias entran en un bucle de estrés y agresividad, que se traduce en un malestar continuo de la propia persona atendida, que provoca en las trabajadoras un aumento de ansiedad las posibles agresiones verbales de todo tipo y/o agresiones físicas. A día de hoy no se ha realizado ningún tipo de formación para la gestión de las citadas situaciones para poder abordarlas e intentar buscar una solución, ni siquiera se ha realizado ningún tipo estudio de los riesgos psicosociales. El estado emocional de las trabajadoras no es el mejor, tras todo el estrés provocado por la pandemia de la Covid19.
El IFBS, en la mayoría de los casos, niega que las situaciones violentas se produzcan por patologías psiquiátricas y argumentan que se debe al deterioro cognitivo del perfil de los usuarios atendidos. A principio del año 2023, el IFBS inició la remodelación del protocolo de violencia externa existente a día de hoy. El día 5 de diciembre de 2023, se celebró la última reunión del comité de Seguridad y Salud. Nos informaron que están trabajando para realizar con la mayor celeridad posible, un estudio global de riesgos psicosociales en la totalidad de los centros existentes en el IFBS, que se impartirá próximamente formación a los profesionales para el manejo de usuarios con diferentes deterioros cognitivos, y la publicación en las próximas fechas del nuevo protocolo de violencia externa. Esta misma semana se han vuelto a producir incidentes graves de agresiones físicas hacia las trabajadoras.
Foto: EITB
« Estas situaciones se han dilatado demasiado en el tiempo y el malestar de los profesionales es evidente »
IFBS debe actuar
Desde ESK creemos que estas situaciones se han dilatado demasiado en el tiempo. El malestar de los profesionales es evidente. No se tiene en cuenta su opinión en ningún caso. La falta de personal para llevar a cabo este modelo de atención, que está cogido con pinzas y en fase de experimentación, está provocando el aumento de absentismo laboral, que el nuevo diputado de políticas sociales Gorka Urtaran dice tener como objetivo atajar. Para ESK no tiene cabida la justificación de cualquier tipo de agresión que se pueda producir en cualquier ámbito tanto laboral, como de la vida cotidiana.
Instamos al IFBS a que intervenga de una vez por todas y trabaje para atajar el aumento de la violencia hacia las trabajadoras de atención directa y garantizar unas condiciones de trabajo seguras para todo el personal y una atención de calidad y adaptada a las necesidades de todas las personas usuarias.
El 30 de noviembre vivimos una huelga feminista general histórica en defensa de un sistema público de cuidados digno y el pasado 25 de octubre salimos a la huelga por el refuerzo de los servicios públicos. Mañana, 19 de diciembre, animamos a toda la plantilla del IFBS a salir a la huelga a defender el aumento de las plantillas y la cobertura de todas las ausencias, porque nos va la vida y la salud en ello.
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