No es de recibo que se exija un sacrificio a toda sociedad, para que una empresa por donde pasa gran parte de la ciudadanía de Bilbao no cumpla con las medidas de prevención exigibles ante el COVID19.
Foto: EITB
El pasado día 13 de abril la sección sindical de ESK de Bilbobus denunció lo que para ella suponía un incumplimiento de las medidas de prevención. En aquella denuncia pública ESK se centraba, entre otros incumplimientos, en la imposibilidad de cumplir la distancia recomendada, teniendo en cuenta el aforo máximo que la empresa había puesto en cada autobús y en el mal uso que se está dando a la máquina de ozono adquirida para la limpieza y desinfección de los autocares.
Cual ha sido nuestra sorpresa cuando la empresa, en lugar de buscar una solución que garantice la seguridad de la ciudadanía y de su plantilla en estos momentos, ha enviado una comunicación al comité de empresa donde entre otras cosas dice “y a los efectos que procedan, manifestarles que nuestro departamento jurídico está estudiando posibles actuaciones judiciales en base a la información publicada en diversos medios que no son ciertas, y que pudieran dañar la imagen y prestigio de esta empresa, en la que todos trabajamos”.
Amenazas de la empresa
Desde la sección sindical de ESK queremos rechazar cualquier tipo de amenaza por la empresa y queremos dejarle bien claro que no conseguirá nada por este camino y que seguiremos adelante con nuestra acción sindical. Queremos señalar a la empresa que la amenaza no es el mejor camino para solucionar los problemas y que, aunque la crítica sindical y la libertad de expresión están permitidos en cualquier democracia, estamos dispuestos a acudir a cualquier tribunal a defender la denuncia que hicimos.
Por último, queremos resaltar que antes de hacer pública la denuncia, ésta se le traslado a la empresa previamente al objeto de buscar una solución. Ante la falta de respuesta por parte de la empresa nos vimos en la obligación de hacerla pública para ver si así la empresa resolvía las irregularidades que denunciamos, no ha sido así, por lo que hemos tenido que acudir a la Inspección de Trabajo.
Prepotencia
Desde ESK denunciamos esta actitud prepotente de la empresa que en lugar de buscar solucionar los problemas que por parte de la plantilla se denuncia, se dedica a amenazar a quien la hace.
Queremos denunciar que a esta empresa le interesa más sus beneficios por encima de la salud pública y exigimos al ayuntamiento de Bilbao que no permita estas actitudes. No es de recibo que se exija un sacrificio a toda sociedad, para que una empresa por donde pasa gran parte de la ciudadanía de Bilbao no cumpla con los medidas de prevención exigibles.
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