ESK exige la paralización de toda actividad no imprescindible para la sociedad y considera vergonzoso que la administración pública mantenga actividades.
Trabajadoras y trabajadores públicos que se pueden contar con una mano, personal de seguridad y trabajadoras de la limpieza. Esa es la única actividad que queda en muchos edificios públicos como bibliotecas, centros educativos o museos. En algunos de ellos las limpiadoras somos las únicas que atravesamos la puerta cada mañana, algo que es absurdo y demuestra una grave falta de consideración hacia unas trabajadoras cuya labor se ha demostrado imprescindible.
No tiene ningún sentido mantener estos resquicios de actividad mientras los hospitales se colapsan y se habla de alargar y endurecer la cuarentena. Si el objetivo de la cuarentena es reducir al máximo el trasiego de gente, ¿qué sentido tiene alargar nuestras idas y venidas que nos exponen a nosotras, a nuestros familiares y que debilitan la propia seguridad colectiva?
Las trabajadoras que nos encontramos en esta situación no queremos colaborar con la falta de responsabilidad de una administración y una patronal que anteponen sus intereses a la salud pública y a la vida de las personas. ESK exige la paralización de toda actividad no imprescindible para la sociedad y considera vergonzoso que la administración pública mantenga actividades no ya innecesarias sino directamente absurdas.
¡Vacunas para todos y todas, ya!
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