Han tenido que pasar 16 largos años para que Osakidetza cumpla con la Ley 4/2005 de18 de febrero para la Igualdad de Mujeres y Hombres de la CAPV y saque su primer plan de igualdad.
VERGONZOSO Y EXCLUYENTE
Y lo que es peor, vergonzoso. Sí, vergonzoso porque si algo debe definir un plan que habla de igualdad y de corregir desigualdades es que debe ser inclusivo. Para su elaboración se debería haber contado con la participación de todos los trabajadores/as, de todas las organizaciones que tienen vida en la empresa. Muy alejada de este principio Osakidetza, con la exclusiva participación y apoyo de los sindicatos que acuden a la mesa sectorial, se atreve a ignorar a agentes sociales, entre ellos ESK, que teniendo una presencia significativa en la actividad de Osakidetza no están en la mesa sectorial.
Queremos denunciar que a ESK no nos dejan formar parte de las Comisiones de Igualdad que se están creando en las diferentes Organizaciones de Servicios de Osakidetza. Hombres y mujeres que están representados por ESK no van a tener voz en ellas.
MUESTRAN SU PEQUEÑEZ Y EXCLUYEN A QUIENES PELEAN Y MOLESTAN
Con ello y más allá de las bonitas palabras con las que acompañarán al I Plan de Igualdad, los firmantes dejan ver sus miserias, su pequeñez.
Porque, ¿cómo se puede elaborar un Plan de Igualdad que debe ser abierto y plural, que debe recoger las diferentes sensibilidades y situaciones, apartando a una parte significativa implicada en el mismo?
De Osakidetza nos lo esperamos todo, ya que siempre ha manifestado un interés por marginar a quienes molestan, a quienes tienen una actitud firme de defensa de los derechos del personal. No podemos olvidar que ESK destapó las irregularidades de la OPE y se ha significado en la lucha a favor de OPEs transparentes que acaben con una práctica clientelar en el acceso a puestos de las especialidades médicas. No podemos olvidar que ESK le obligó en el hospital de Urduliz a que los servicios de limpieza, cocina… se abrieran con personal propio, impidiéndoles su privatización. O que recientemente hayamos tenido una participación decisiva en la apertura de la carrera profesional.
Desde ESK nos preguntamos también, cómo es posible que los sindicatos de la mesa sectorial hayan aceptado participar y abanderar un plan de igualdad de una forma tan excluyente. ¿Qué argumentos tienen para excluir, por ejemplo a ESK, que cuenta con el mismo grado de representatividad entre la Plantilla que algunos de los presentes en dicha Mesa? ¿Por qué no nos reconocen como una parte activa en la defensa de los derechos y los intereses de todas las personas que trabajamos en Osakidetza?
¡YA ESTA BIEN!
No estar presentes en la Mesa Sectorial no puede ser motivo para excluir a nadie. Esto es un ataque frontal contra la libertad sindical, la transparencia y la pluralidad. Un ataque avalado por los sindicatos de la Mesa Sectorial.
Solo la participación de todos y todas las interesadas puede dar el fruto de un verdadero plan de igualdad.