Israel continúa vulnerando el derecho internacional con prácticas genocidas en Gaza. La sociedad civil debe actuar: el boicot y la presión son herramientas necesarias para detener la impunidad. 

«  La ruptura total de relaciones económicas  con Israel no sólo es una imperativo moral sino una obligación legal »

Israel sigue vulnerando la legalidad internacional y el derecho humanitario y sigue cometiendo sistemáticamente crímenes de guerra y de lesa humanidad. Ha destruido toda la infraestructura necesaria para la vida en Gaza, lo que supone que la zona sea absolutamente inhabitable; la cifra de asesinados oscila entre los 75.000 y los 190.000, cifra manejada por la prestigiosa revista médica The Lancet. Aproximadamente la mitad de ellos, son precisamente la población que garantizaría el futuro: mujeres y niños. Sus prácticas son inequívocamente genocidas: asedio de hospitales y escuelas, bombardeo y asesinato de personal sanitario y pacientes; desplazamientos forzosos a “zonas seguras” que después son bombardeadas; impedir la entrada de alimentos y agua a las zonas arrasadas, provocando muertes por inanición.

No puede haber impunidad

Todos estos crímenes no pueden quedar en la impunidad. Es responsabilidad de todos hacer presión y no colaborar con el Estado sionista y genocida. Recordemos que el boicot, la protesta y las huelgas han sido herramientas capaces de cambiar el rumbo de las cosas. Hay momentos en la Historia, en los que la sociedad civil se erige como la única palanca posible para detener la injusticia. Los ejemplos son innumerables: las Marchas de la Sal, lideradas por Ghandi junto a la sociedad civil, fueron imprescindible para conseguir la independencia de la India; el boicot a los autobuses de Montgomery en EEUU, tras la acción de desobediencia civil de Rosa Parks, negándose a ceder el asiento a una persona blanca, supuso la desaparición de parte de la estructura legal que sustentaba el racismo; el boicot a los productos sudafricanos en pleno apartheid, supuso el primer paso para que este régimen criminal cayera; o más recientemente, el movimiento de insumisión, que acabó con el servicio militar obligatorio después de 200 años.

En nuestra opinión, estamos viviendo uno de esos momentos. La complicidad de los gobiernos occidentales es evidente, de hecho han sido el sostén de Israel durante decenios, normalizando su vulneración sistemática del derecho internacional y garantizando su impunidad. Por eso la sociedad civil es imprescindible para cambiar las cosas. Por eso, quienes estamos aquí, nos hemos organizado para reivindicar y tratar de cumplir los dictámenes de organismos y tribunales internacionales, y a su vez, una de las principales demandas de la sociedad civil palestina: el aislamiento de Israel, a través de la ruptura de relaciones.

No nos podemos quedar mirando

Por ello desde NASAF y junto a 'Yala Nafarroa con Palestina', a otros bloques profesionales sensibilizados con la situación de Palestina (abogad@s, docentes, bomber@s…) y junto a los sindicatos LAB, CGT, Steilas, Solidari... nos unimos a la campaña “Centros de trabajo por Palestina”. Con esta campaña se pretende empoderar a los trabajadores y trabajadoras para que interpelen a sus empresas (públicas o privadas) sobre sus nexos económicos con Israel, y basándose en informes de la ONU, propone la ruptura de relaciones con 4 empresas en concreto: la Farmaceútica TEVA, los Seguros AXA, los supermecados Carrefour y la empresa de componentes informáticos HP.

Creemos que no nos podemos quedar mirando como desde aquí financiamos el genocidio, la ocupación y el apartheid. Si el poder de Israel es ante todo económico, el nuestro reside en nuestra capacidad de presionar a través del consumo y la herramienta de boicot es más valiosa que nunca. La ruptura total de relaciones económicas con Israel no sólo es una imperativo moral sino una obligación legal. Y si los gobiernos, instituciones públicas y empresas no actúan en ese sentido, tenemos el deber de movilizarnos y presionarles para que lo hagan. En el ámbito laboral la campaña ya está en marcha, y a nivel individual tenemos una herramienta muy útil que es la app 'No Thanks'. A través de ella podemos identificar que productos de consumo colaboran con Israel y su política genocida.

No nos olvidemos de Palestina. Por un mundo basado en normas que protejan a los más vulnerables. Gora palestina libre!

NASAF (Navarra Sanitaria por el Alto el Fuego - Nafarroako Osasungintza Su-etenaren alde)