Este convenio es un avance importante en las condiciones laborales. El sector de la Intervención Social en Araba ha demostrado que la unidad, la firmeza y la toma de decisiones en asamblea son el camino.

« AISA no ha querido entrar a valorar  ninguna de las propuestas  sociales »

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Esta mañana, los 5 sindicatos con representación en el sector, ESK, ELA, CCOO, LAB y UGT, y la patronal AISA hemos firmado por fin el III Convenio de Intervención Social de Araba, tras 35 reuniones y más de 2 años de una negociación que comenzó el 10 de diciembre de 2020.

No tenemos ninguna duda de que el acuerdo es fruto de las decenas de movilizaciones realizadas y de las 3 jornadas de huelga del 17 y 22 de junio y del 14 de julio de 2022.

Mejoras del Convenio de Intervención Social

Se trata de un convenio para una vigencia de 4 años (2021-2024), que recoge unas subidas salariales del 12,9%, garantizando el poder adquisitivo con una claúsula que el 1 de enero de 2024 corregirá las tablas salariales si el IPC acumulado de la CAPV entre el 2021 y el 2023 sea superior a dicho 12,9%. A su vez, recoge una reducción de jornada anual de 30 horas anuales de trabajo y mejoras importantes a la hora de acceder a los diferentes pluses recogidos en el convenio y en materia de permisos y licencias.

Avance en las condiciones laborales

Para ESK, este acuerdo es un avance importante en las condiciones laborales de un sector en el que son empleadas más de 1.000 personas trabajadoras en Araba, alrededor del 75% de ellas mujeres. Por ello, queremos felicitar a todas las trabajadoras del sector, en especial a quienes han defendido activamente y con firmeza la mejora de los derechos laborales del sector en las mesas de negociación, en cada asamblea, en cada centro de trabajo y en cada movilización.

ESK hemos hecho nuestra aportación tanto en la negociación como en todas las movilizaciones, de la que estamos muy satisfechas, ya que ha superado con creces el 10% de representatividad que tenemos en el sector.

¿AISA, una patronal más?

El convenio llega tras una negociación excesivamente larga, que ha provocado que el peso del aumento de los precios de consumo hayan recaído sobre las trabajadoras durante más de dos años. Es evidente que la patronal AISA, conformada por “entidades sociales”, cada vez se parece más a cualquier patronal al uso, con un planteamiento conservador y lejano al reconocimiento de derechos que merece el sector.

Desde la patronal no han querido entrar a valorar ninguna de las propuestas sociales que los sindicatos hemos planteado tras escuchar a las personas trabajadoras del sector, como ejemplos claros, no han querido introducir el año sabático, reclamación clara de un sector que soporta gran carga mental y psicosocial en sus puestos de trabajo, ni la posibilidad de plantear un modelo de permisos y licencias inclusivas y no heteronormativas que avancen en derechos.

Nos queda pendiente actualizar la categorización profesional, que se negociará antes de finalizar la vigencia del convenio y en el que la movilización del sector, una vez más, será fundamental para conseguir un buen acuerdo.

Unidad y decisiones en asamblea

ESK se alegra especialmente de que nos encontramos ante un sector en el que la cultura laboral y movilizadora va en aumento. Sin duda, es una gran noticia que el sector vaya mejorando su situación con la unidad de las plantillas y con la asamblea como parte fundamental para la toma de decisiones importantes, cuestión esta última fundamental para ESK, lo que nos ha llevado a convocar huelgas exclusivamente cuando se ha aprobado en asamblea de sector.

Desgraciadamente, nos hemos encontrado con una mayoría sindical en la mesa negociadora que no quería someter las decisiones a la asamblea, lo que ha deteriorado las relaciones sindicales en varios tramos de la negociación. Es por ello, que creemos que el recorrido realizado requiere también de una autocrítica de la parte sindical, autocrítica que ESK también realizará.