Tenemos que salir a llenar las calles reclamando a las administraciones que busquen políticas que ayuden a salir de la crisis a las personas y no a las empresas.

El año recién terminado se ha caracterizado por el impacto de la crisis sanitaria provocada por la COVID19. Una crisis que ha colocado a todo el planeta en una situación de incertidumbre sobre las condiciones en las que viviremos en el futuro cercano.

Esta coyuntura de crisis sanitaria está provocando grandes cambios en todos los ámbitos de nuestras vidas (económicos, sociales, políticas, personales, etc) y ha puesto de manifiesto con claridad la incompatibilidad entre el capitalismo y la vida. No podemos olvidar a la consejera de trabajo del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, defendiendo la necesidad de ir a trabajar en los tiempos más duros del confinamiento.

Impacto de la pandemia en el ámbito laboral y económico

Como no podía ser de otra manera, la pandemia también ha tenido un impacto brutal en el ámbito laboral y económico. El Estado Español se va a colocar con un retroceso económico del 12,8% PIB (el más alto de la Unión Europea) y un aumento de la tasa de desempleo de cerca de 3 puntos, situándose a finales de año por encima del 16%.

Ante esta situación el capital va a buscar una salida a esta crisis ahondando en la defensa de los beneficios empresariales y de la precarización de nuestras condiciones, tanto laborales como vitales.

Que no nos embauquen

No nos debemos dejar embaucar por los cantos de sirenas que nos llevan interpelando desde el principio de la pandemia para arrimar el hombro y dejar aparcadas nuestras aspiraciones en búsqueda de la salida de esta crisis. No es la primera vez que oímos algo parecido. Hace poco más de una década, en plena crisis financiera, lanzaron el mismo mensaje y todo acabo con más de 60.000 millones de dinero público para rescatar la banca, al tiempo que millones y millones de personas vieron mermadas sus condiciones laborales, sus pensiones y su sistema de protección social.

Ante este contexto, la clase trabajadora tenemos que ser capaces de sacudirnos la pandemia de encima. Es necesario que no nos dejemos empapar por el mensaje del miedo que desde el ámbito institucional se está lanzando para que nos quedemos todos y todas en casa.

Ayuda a las personas, no a las empresas

Es por ello, que tenemos que salir a llenar las calles reclamando a las administraciones que busquen políticas que ayuden a salir de la crisis a las personas y no a las empresas. Es urgente que llenemos las calles para gritar que es necesaria una salida a esta crisis que ponga la vida por encima de los beneficios empresariales.

'Matxinada'

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