Como sindicalistas de ESK, nos sentimos totalmente indignados ante la noticia aparecida este domingo día 3 de mayo en el Correo, referente a los sueldos que este periódico ha publicado del personal Sanitario en Osakidetza. Es lamentable que en este momento algunos periodistas y periódicos pasen en un segundo del aplauso y el halago al otro lado y se intente desprestigiar al personal al que públicamente todos los días se le aplaude para reconocer su esfuerzo y entrega.

No sabemos cuál ha sido la fuente de información de dicha periodista, por lo que exigimos que haga públicas dichas fuentes, suponemos que esta información forma parte de una campaña de intoxicación de la opinión pública para romper la unidad y preparar los recortes que nos esperan al final de esta crisis.

Parece que la derecha comienza a realizar la campaña de desprestigio a los profesionales ahora que el miedo está pasando y ya no agobia. Quieren decirnos y demostrarnos que, no nos equivoquemos, lo mejor que hay es privatizar la sanidad y poner sueldos miserables y a la vez prevenir las consecuencias de las demandas colectivas que desde la parte sindical vamos a realizar por habernos dejado desamparados. Ante la nefasta gestión de las crisis pretenden imponernos una mayor recariedad laboral.

Hay sectores que tienen miedo a dejar de hacer negocio con la salud de las personas, como toda la sanidad privada que ha demostrado su INEFICACIA, en el mantenimiento de la salud.

Es de agradecer que al de unas horas de la publicación este periódico se viera obligado a retirar la noticia de la web del periódico, pero queremos más, queremos que se nos pida perdón.

Señora periodista, usted quiere amordazarnos y evitar que digamos cual es nuestra realidad, es tal el daño causado a la plantilla, que ha generado una ola de indignación, por lo que, desde este sindicato, ESK, le exigimos que la retractación publica sea proporcional al daño causado, igual al artículo difamatorio, exigimos que el próximo número de prensa escrita publique a doble página una rectificación, así como una disculpa por el daño causado a la sanidad pública.