El 26 de enero de 2016 la Dirección del hospital de Cruces dió marcha atrás en sus intenciones de privatizar una parte de la cocina del hospital de Cruces. La Gerencia publicó en su página web una Resolución por la que desiste del proceso para establecer un proveedor único en el suministro de víveres y alimentos.
Durante dos semanas intensas el personal de cocina y los sindicatos del hospital realizamos medidas de presión para garantizar el futuro de la cocina y la calidad de la comida de este hospital.
Una cocina y una comida que venía siendo alabada desde diferentes ámbitos por su alta calidad, su bajo coste y que tenía un alto grado de satisfacción de los usuarios.
Nuestra lucha pretendía impedir el desembarco de una empresa privada a la que únicamente le mueve el beneficio. Un beneficio que, solo se puede conseguir con la adquisición de productos de peor calidad y con dietas más escasas. Una decisión incomprensible cuando por activa y por pasiva se ha demostrado que el modelo de proveedor único ya impuesto en los hospitales de Galdakao y Santiago es más caro y de peor calidad.
Con la retirada de la externalización del servicio además se garantiza que el personal que trabaje en cocina tenga unas condiciones dignas, ya que todos/as sabemos que las cadenas de subcontratación detrás de sus beneficios esconden condiciones laborales precarias.
Para ESK ésta es una victoria importante, arrancada a una Administración soberbia y prepotente que, ha laminado muchos de nuestros derechos. Una victoria que muestra que con unidad, con la participación de la plantilla y con una decisión firme de movilizarnos se pueden conseguir objetivos.
ESK se alegra del desistimiento de la licitación que permite frenar la privatización y mantener una cocina con personal propio y de calidad.