Osakidetza y el Departamento de Sanidad siguen en un proceso plagado de contradicciones y de falsas verdades.

Hoy ha vuelto a comparecer el señor Darpón y la señora Múgica en sede parlamentaria. Tras su comparecencia, ESK manifiesta su indignación ante la intervención del señor Darpón; una comparecencia que nos ha mostrado a un Consejero ensoberbecido, casi insultante con los grupos de oposición. Una intervención chulesca que sólo ha buscado desprestigiar a los agentes sindicales y políticos que han denunciado este sistema clientelar implantado por los gestores de Osakidetza y del Departamento de Sanidad.

Es así como ESK entiende el proceso seguido por Osakidetza y el Departamento de Sanidad: un proceso plagado de contradicciones y de falsas verdades. De manera que, tanto el señor Darpón como la señora Múgica, se han dedicado durante cuatro meses a repetir su mantra preferido, “transparencia”; transparencia que se traduce en no hacer públicos los informes de su propia investigación interna, en los se recogen varios testimonios de miembros de Tribunales, que hablan de filtraciones.

Transparencia que se traduce en repetir unos exámenes sí y otros no, sin ninguna explicación mínimamente creíble, aumentando así la sombra de la sospecha sobre las verdaderas intenciones de esclarecimiento por parte de Osakidetza y del Departamento que dirige el señor Darpón.

Transparencia que llevó en la anterior comparecencia, a la señora Múgica a amenazar con llevar a la Fiscalía a los denunciantes; máxima expresión del síndrome esquizofrénico que anida entre nuestros gestores.

Y para finalizar, en otro alarde de transparencia, dan carpetazo a este escandalo con medidas tan kafkianas como paralizar una prueba porque las personas que forman el Tribunal se reúnen sin una convocatoria formal, pero Osakidetza asegura que no influyó en el resultado de las pruebas.

Señor Darpón, señora Múgica; una mentira repetida mil veces no se convierte en una verdad, se convierte en un esperpento. La ciudadanía de este país no se merece este tipo de gestores. Señor Urkullu, ¿de verdad que estos son sus Consejeros? ¿Estos son ejemplo de “Buen Gobierno”?. Señor Urkullu, por higiene democrática, céselos ya.