Las trabajadoras de hogar y cuidados ven vulnerados sus derechos y sufren explotación laboral de manos de empresas privadas de atención domiciliaria de Gipuzkoa. 14 de abril procesión desde Gladys Enea a las 12:00 h.

« Estar contratada en régimen de trabajo interno ya de entrada supone tener que  renunciar injustamente  a una larga lista de derechos »

En el cajón de sastre de los cuidados, nos encontramos, por un lado, con la realidad que viven las trabajadoras de hogar, sobre cuyos hombros se ha dejado que recaiga la responsabilidad de los cuidados de una parte importante de la población dependiente de Gipuzkoa. Y no lo es. El acceder a la contratación en régimen de trabajo interno ya de entrada supone para las trabajadoras tener que renunciar injustamente a una larga lista de derechos: a su propia autonomía, a la protección de su salud y de su integridad física, al disfrute de su vida familiar… Además, sufren la sistemática vulneración de sus derechos y condiciones laborales: falta de descansos, vacaciones inexistentes, jornadas interminables y falta de remuneración.

Empresas privadas sin control

Por otro lado, nos encontramos a las familias en busca de soluciones para satisfacer la necesidad de cuidados para sus mayores, soluciones que a la vez hagan posible el mantenimiento de estos en su hogar, evitando así su ingreso en las terroríficas residencias de mayores. Ante la carencia de los servicios públicos para responder ante estas necesidades de cuidado, proliferan las empresas de ayuda a domicilio que “venden” servicios de cuidados a las familias y dicen también ocuparse paralelamente de todos los trámites burocráticos necesarios para acceder a la contratación de trabajadoras de hogar internas.

La realidad con la que nos encontramos es que estas empresas de cuidados operan con total impunidad ante la absoluta falta de vigilancia y control por parte de las Instituciones. La contratación irregular, en la que podrían estar incurriendo, es una forma de abuso y una práctica fraudulenta que ralla en muchos casos la cesión ilegal de trabajadoras. El abuso y la explotación laboral son prácticas generalizadas en un nicho de mercado que reporta a estas empresas suculentos beneficios.

Control institucional

Para romper con estas prácticas fraudulentas y abusivas reclamamos:

• A Inspección de Trabajo que investigue sin demora a todas las empresas de cuidados, sin esperar a recibir denuncias.
  
  
• A Lanbide, que actúe como servicio público de empleo también en el trabajo de hogar tal y como se lo exigió el Parlamento Vasco en el 2011.
  
  
• Al Gobierno Vasco, que cree e impulse los medios para que la Inspección de Trabajo y Lanbide cumplan con su trabajo.

« Animamos a las trabajadoras de hogar y cuidados que trabajan en este tipo de agencias explotadoras a que no cesen en su  denuncia  »

Hay que denunciar los fraudes

Además, animamos a las trabajadoras de hogar y cuidados que trabajan en este tipo de agencias explotadoras a que no cesen en su denuncia y, al resto de la población, a que no se conviertan en cómplices pasivos de esta situación.

Para visibilizar y denunciar estas vulneraciones de derechos os animamos a que os unáis a “La procesión del martirio empresarial del santísimo cuidado: Contra el calvario del trabajo del hogar” que recorrerá las calles de la capital el próximo 14 de abril. La comitiva saldrá de Gladys Enea a las 12:00 h.

ODS - ESK - CNT - Grupo Oarso Taldea