Para los gobiernos de Madrid y Euskal Herria, CONFEBASK y CEN, no tenemos motivos para la movilización, porque vivimos perfectamente en esta nueva normalidad. 

Estamos hartas y hartos, esta situación es insostenible. Seguimos sumidas en una pandemia, hemos perdido a miles de personas en el camino, nuestras compañeras y compañeros han puesto sus vidas en peligro para protegernos a todas y todos. Las personas trabajadoras, una vez más, han demostrado que el cuidado, la vida y el bienestar deben estar siempre en el centro y para ello son imprescindibles los servicios públicos. Cuando estábamos confinadas soñamos que otro mundo era posible, un nuevo mundo construido desde el feminismo, con solidaridad y ternura.

Sabemos de sobra que no faltan motivos, nosotras no necesitamos excusas y ellos no se cansan de decirnos que no hay nada que justifique la movilización y nada nos gustaría más que darles la razón, aunque solo fuera por una vez.

Pero a esta gente nuestros sueños, como nuestras vidas, no les importan nada, por eso nos dicen una y otra vez que no tenemos motivos. Pero a nosotras no nos salen las cuentas porque hace tiempo que nos sobran razones, porque nuestras vidas valen mucho más que cualquiera de sus planes, de sus fondos o de sus beneficios.

« Es ahora cuando hay que garantizar  una vida digna  para todas y todos, una vida que merezca la pena ser vivida »

El momento de pararles los pies

Ha llegado la hora y este es el momento, el momento de pararles los pies, de decirles que ya está bien, que hagan su trabajo. Hay correlación de fuerzas suficientes como para condicionar los contenidos de las reformas laborales y de pensiones. Si el gobierno de Madrid, es el gobierno más progresista que ha habido en el Estado Español, que se dejen de marear y lo demuestren. Si desde Euskal Herria la izquierda puede influir en las decisiones que se toman en Madrid, que dejen de poner excusas y lo hagan. Este es el momento. Es ahora cuando hay que garantizar una vida digna para todas, una vida que merezca la pena ser vivida.

Los compromisos firmados por la Comisión Europea con el Gobierno español no son gratuitos. Los fondos europeos que se han hecho para sufrir la catástrofe de la COVID-19 los pagaremos muy caros los trabajadores.

Nos vendieron los fondos europeos como maná caído del cielo pero nosotras sabemos muy bien que el poder, el capital, no regala. Estos fondos no son más que un préstamo y los intereses a pagar se pagarán mediante reformas que restrinjan totalmente nuestros derechos.

¡Basta! La Comisión Europea no puede condicionar nuestro futuro, nuestros derechos no están en venta.

« Lo que CCOO y UGT hacen  no es sindicalismo  »

No somos ilusas, el sindicalismo no es lo que hacen CCOO y UGT, vendiendo trabajadoras una y otra vez, nosotras hacemos un sindicalismo digno, nuestro único interés es la gente, las personas, porque estas son nuestro mayor capital, nuestro tesoro más preciado. No nos van a engañar, esta vez no vale un cambio de nombre, no vamos a permitir más trampas.

Cambios de verdad

Estamos cansadas de sus engaños y sus chanchullos, de que hagan cómo que lo cambian todo para al final dejarlo exactamente igual. Esta vez no les vas a servir con cambiar de nombre a las cosas. No nos vamos a conformar con un poco de maquillaje. Hay que derogar las reformas laborales , sí, pero también hay que seguir avanzando en derechos. Se tiene que recuperar la prevalencia de los convenios sectoriales frente a los de empresa y estatales, asegurando la ultra-actividad y eliminando la posibilidad de inaplicación. Limitar la flexibilidad laboral e impedir a las empresas modificar condiciones laborales o ejecutar EREs o ERTEs sin ningún control, incluso cuando tienen beneficios. Tampoco pueden seguir saliéndoles prácticamente gratis los despidos de las trabajadoras y trabajadores.

Es inadmisible que en pleno siglo XXI siga habiendo trabajadoras en situación de absoluta precariedad y explotación por eso este es también el momento de que las trabajadoras de hogar y cuidados pasen al régimen general con los mismos derechos que el resto. También es ahora cuando hay que limitar por ley las cadenas de subcontratación y garantizar que haciendo el mismo trabajo todas las trabajadoras y trabajadores gocen de las mismas condiciones laborales.

« No podemos obligar a las personas mayores a trabajar mientras los y las jóvenes viven en  paro y precariedad  »

La reforma de las pensiones debe garantizar una pensión digna y suficiente para todas, también para las mujeres pensionistas. La brecha salarial que padecemos las mujeres debido a la inacción y falta de interés de todos los gobiernos, al menos debe desaparecer en las pensiones ¡Por eso es obligatorio una pensión mínima de 1080 € ahora! Trabajamos para vivir, no queremos vivir para trabajar. No podemos obligar a las personas mayores a trabajar mientras nuestros jóvenes viven en paro y precariedad. Por eso la jubilación debe situarse de nuevo en los 65 años. Dinero no falta, lo que nos sobra son ladrones en las instituciones. Hay medios suficientes para sostener las pensiones públicas, no queremos pensiones privadas, con nuestro trabajo no debemos sostener el chiringuito de nadie.

Es verdad que en STEILAS y ESK somos soñadoras, que soñamos con otro mundo posible pero que nadie se equivoque, no somos ningunas ilusas, somos gente responsable y digna que sabemos muy bien quienes son nuestra gente, pero sobre todo, tenemos muy claro quién el enemigo y dónde hay que presionar. Frente a los intereses de la patronal y a los partidos e instituciones que los defienden, los intereses de nuestra gente, la movilización y la lucha.

Gora langileon borroka!