La paralización de 2 tramos del corredor navarro es una buena noticia, pero exigimos la paralización total del Tren de Alta Velocidad.

Dos de los cuatro subtramos del corredor navarro del Tren de Alta Velocidad (TAV) que se encontraban en obras han sido paralizados: el Olite-Tafalla de 7,6 km y  el Tafalla-Tafalla de 7 km. Se han llevado a los trabajadores y a las máquinas sin dar ninguna explicación, ni el gobierno central responsable del proyecto, ni el gobierno foral facilitador y garante del mismo, ni las empresas a las que se adjudicaron los trabajos. Se han ido a la chita callando.

Queremos saber de verdad que ha pasado

El gobierno central debe aclarar si la paralización de los trabajos obedece a la actual situación económica o a las indicaciones de AIREF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) que recomienda paralizar las obras del TAV pendientes de finalización, por su “nula o mínima” rentabilidad socio-económica. Queremos saber si la  paralización ha sido coyuntural, indefinida o definitiva. Y por último, qué va a pasar con los otros dos tramos que siguen en obras  y con el proyecto del corredor navarro del TAV en su conjunto.

Exigimos al gobierno central

Sin duda la paralización de los dos subtramos es una buena noticia pero no nos conformamos con eso. Con la acción de hoy exigimos al gobierno central:

• Que paralice también los otros dos tramos: el Villafranca-Peralta y el Peralta-Olite y que den por clausuradas de forma definitiva las obras del proyecto del TAV, no sólo en Nafarroa sino en toda Euskal Herria, un proyecto que nunca debiera haber comenzado.
  
  
• Exigimos que restituyan todo el territorio destrozado para fortalecer la biodiversidad y la agroecología en un momento de crisis ecológica global.
  
  
• Que destinen las ingentes cantidades económicas, todavía por dilapidar en el proyecto, a satisfacer las necesidades sociales de la población ante la mayor crisis económica de los últimos 100 años.
  
  
• Que devuelvan al pueblo todo el dinero robado gracias a las tramas corruptas del TAV formadas por empresas constructoras, clase política y banca -tanto OHL como AZVI adjudicatarias de los dos tramos todavía en marcha, saben mucho de ello-.
  
  
• Que abran un proceso participativo -cosa que no hicieron en su día- para ver qué hacemos con la ruina que han dejado en el camino. Que se depuren responsabilidades de este desaguisado por malversación de fondos y destrucción del patrimonio.

En definitiva, queremos que el proyecto más destructivo, despilfarrador, antisocial, corrupto y antidemocrático de la historia de Euskal Herria se quede en eso, en proyecto.

¡Hagamos del TAV historia! ¡Desobedezcamos al TAV!

Mugitu! Mugimendua