El convenio firmado por CCOO y UGT nos lleva a una pérdida de poder adquisitivo de 7 años y a un futuro sin garantizar el IPC; además no hay medidas sociales y dejan a las trabajadoras a tiempo parcial excluidas.

« Nosotras  7 años con el salario congelado  y ellos con beneficios superiores al 20% en el precio/hora »

Después de 7 años con la negociación bloqueada y más de 70 días de huelgas realizadas por las trabajadoras, CCOO y UGT han firmado el convenio colectivo del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) de Bizkaia, en el que han firmado una revalorización del sueldo del 0% durante los años 2016-2022, es decir, nos han congelado el sueldo durante estos años. Además este acuerdo no nos asegura el mantenimiento del poder adquisitivo para los años 2025-2027.

Estos son los datos del acuerdo firmado por CCOO y UGT:

Congelación, exclusión y sin cláusulas sociales

Esto deja a más de 1.500 trabajadoras de Bizkaia en una situación de vulnerabilidad absoluta, arrastrando una congelación salarial del convenio anterior, y con la firma del nuevo convenio, condenando a las trabajadoras a no poder hacer frente al aumento de los costes de la vida.

Este acuerdo vuelve a dejar fuera a las trabajadoras a tiempo parcial, muchas con 20 horas de jornada y con salarios que no llegan a los 1.000€.

En este convenio no se contempla ningún tipo de cláusula social que mejore el día a día de estas trabajadoras (medidas de salud laboral, contrato relevo, excedencias, permisos de cuidado...). Además este convenio no concreta nada sobre las modificaciones que pueda haber en el llamado 'mes dinámico' (un tope de horas para recuperar en los casos en los que la persona a cuidar fallezca). Esta cláusula queda sin definir y para estudiar este tema se creará una comisión con los firmantes del convenio (UGT y CCOO) y la empresa. Tendremos que estar vigilantes para ver qué solución plantean.

Las administraciones públicas son las responsables

Desde el sindicato ESK nuestra posición ha sido firme: el sector necesita la mayor unidad posible para poder presionar a esta patronal y a las administraciones responsables; pero no lo hemos conseguido. No ha sido posible salir a la calle con quienes sabíamos que iban a firmar un convenio en contra de nuestros derechos.

Las administraciones públicas (municipios, mancomunidades y EUDEL) y los partidos políticos, que marcan el rumbo de estos servicios esenciales para la vida (como es el servicio de ayuda a la dependencia), son los responsables directos de negociar las condiciones de las trabajadoras del sector, aunque sistemáticamente se empeñen en escurrir el bulto y hacerles responsables en exclusiva a las empresas contratistas. Las instituciones y los partidos políticos están permitiendo que el servicio de ayuda a la dependencia esté totalmente en manos de empresas que solo buscan sacar el máximo beneficio.

¡Respeto a los derechos de las trabajadoras del SAD!
El cuidado no es un negocio.