Tras las diversas irregularidades aparecidas en prensa respecto a la vacunación, tanto del Exgerente del Hospital Universitario Basurto, como de su equipo directivo, ESK Sindikatua de la OSI Bilbao-Basurto reclama que se hagan públicos los nombres de las personas del equipo directivo que han sido vacunadas saltándose el orden de prioridad preestablecido y solicita el cese de las mismas lo antes posible. Asimismo, nos preguntamos si este salto del protocolo de vacunación ha sido aplicado también a los familiares de los implicados en este escándalo. Reclamamos la misma medida en el Hospital Santa Marina y que se investigue en el resto de la red si se han producido actuaciones similares.
Desde el equipo directivo que dirigía Don Eduardo Maíz se ha venido maltratando a la plantilla durante toda la pandemia, en un principio negándoles el acceso a los EPIs para evitar contagios, obligando a trabajar sin ellos a determinada parte de la plantilla, generándose una sensación de existir trabajadores de primera y segunda en función de su categoría profesional.
Asimismo, se impuso un equipo de vigilancia y seguimiento de medidas covid y amenazó a la plantilla con sanciones en caso de producirse incumplimientos, pero la dirección no ha tomado medida alguna para evitar el hacinamiento que sufre la plantilla en determinados servicios, donde es imposible mantener la preceptiva distancia de seguridad para evitar contagios laborales.
Con la excusa del covid se han producido multitud de recortes en los derechos laborales de la plantilla, con cambios constantes de carteleras que no garantizaban el derecho al descanso de los profesionales.
Por último, la plantilla recibe con estupefacción la noticia de que las vacunas, que debieran de haber estado disponibles para las personas que trabajan en primera línea para tratar a pacientes covid positivos, se han repartido entre las direcciones. El pasado 14 de enero el propio gerente, DIEZ DÍAS DESPUES DE HABERSE VACUNADO, puso en conocimiento de la representación sindical cuál iba a ser el protocolo de vacunación del centro. El mismo establece que los directivos formaban parte de la fase 4 de vacunación, siendo los últimos en vacunarse al no tener contacto directo con pacientes.