Estamos familiarizados con las mesas; por supuesto nos referimos a las mesas comunes y corrientes, cuyo funcionamiento es tan simple como cuatro patas soportando un tablón. Así mismo sabemos distinguir sin mucha dificultad cuando una mesa funciona bien o no. Cuando sus cuatro patas son sólidas, se encuentran fuertemente unidas a un tablón parejo y bien terminado, y tienen el largo adecuado de tal modo que la mesa no se tambalea, entonces podemos estar seguros que la mesa cumplirá bien con su propósito.
Pero tomemos en cuenta las siguientes preguntas:
¿Qué pasa cuando una de las patas de la mesa es más corta que las demás, o peor aún, solo tiene tres patas?
¿Podrá una mesa sostenerse con sólo dos patas?, ¿o con una?
¿Qué pasa si una o más patas no están sólidamente unidas al tablón?
Seguramente se está usted preguntando: ¿qué es lo que tiene que ver una mesa con su trabajo? Mucho, si partimos del hecho de que el trabajo de las áreas administrativas de Atención Primaria, sin importar su dimensionamiento, su funcionalidad o su evolución, se comporta como una mesa.
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EL RATIO
Las acciones presentadas en la Estrategia para la Atención Primaria de Euskadi proponen ampliar el personal de Medicina de Familia y Enfermería en aquellos centros de AP con mayor demanda asistencial, sin embargo, no determinan nada de reforzar las áreas administrativas. Los ratios de personal administrativo por población en Atención Primaria consideramos que deben descender de las 2.250 TISes/administrativo (1 cupos) con la asunción de múltiples tareas nuevas y las dificultades del proceso de citación.
El grupo Perfil profesional Área Administrativa creado en la Organización Central en su documento de trabajo no especifica nada de los ratios actuales y futuros:
“Un área administrativa adecuadamente dimensionada y con una organización de tareas y funciones bien definida, garantiza un correcto funcionamiento de la UAP y evita la sobrecarga administrativa de los profesionales sanitarios, que representa una de las mayores ineficiencias del sistema.
Sin embargo, hablar de ratios adecuados es difícil dada la variabilidad actual, tanto en dotación de profesionales como en tareas a desarrollar, la mayoría de ellas comunes en todos los centros”.
Leyendo este párrafo no te quedas más que con “humo”, que es difícil hablar de “ratios” y del “dimensionamiento adecuado” pero sin pretender ni determinar ningún límite.
Y en el caso de los ambulatorios con atención especializada o de segundo nivel, el ratio no puede calcularse según el número de TISes dependientes de la UAP. ¿Qué sentido tiene asignar el ratio por población cuando la cartera de servicios extra-hospitalaria es mucho mayor al ámbito de Primaria? ¿Cuándo hay funciones de información, citación y administrativas fuera de los límites de las TISes asignadas al centro?
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LA CATEGORIA
“En las áreas administrativas de los centros de salud encontramos con bastante frecuencia diferentes categorías profesionales desempeñando tareas (administrativos, auxiliares administrativos y celadores, y en algunos casos auxiliares de enfermería).
Es necesario analizar y determinar el perfil de las áreas de atención al cliente, determinar las competencias que deben desarrollar, ajustando los procedimientos de selección de personal a la formación y capacitación necesarias para trabajar en estas áreas.”
Coincidimos en esta visión prioritaria de definir las competencias y perfiles funcionales del personal de administración pero vamos a ir un poco más allá con la definición:
Hemos asumido múltiples tareas administrativas de mayor complejidad y responsabilidad, así como, permisos especiales en la citación y la gestión administrativa, esto debiera conducir a la reconversión de la categoría de “auxiliar administrativo” en “administrativo”, manteniendo la figura de auxiliar para determinados puestos básicos del área administrativa.
La definición de competencias y perfiles conlleva actualizar el decreto de puestos funcionales, reforzar y revisar el papel de los y las profesionales de las unidades administrativas y mejorar la capacitación de quienes atienden los servicios de call center, sin olvidar el reconocimiento de la categoría profesional. En la actualidad existen ya personas que desempeñan funciones propias de la categoría de Administrativo y debieran tener asignada la Especial Responsabilidad.
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EL COMPLEMENTO
Actualmente, el personal administrativo que presta sus servicios en hospital o consultas externas ambulatorias tiene un complemento de 4% de las retribuciones asignadas a su categoría que carece el personal que trabaja en AP. Esto disgusta y mucho, cuando las tareas actuales en AP se han incrementado y diversificado en los últimos años y su gestión ha tenido un proceso de mayor complejidad que en el ámbito hospitalario.
Este denominado complemento de hospitalización lo tiene reconocido todo personal dependiente de un centro hospitalario quedando incluidos el personal de consultas externas y atención extrahospitalaria. ¿Y acaso no realizamos las áreas administrativas de AP las mismas funciones de gestión y citación de atención especializada o extrahospitalaria? Es de justicia demandar, por tanto, “a igual trabajo, igual salario”. La igualdad salarial es el concepto según el cual los individuos que realizan trabajos similares deben recibir la misma remuneración.
Debe solucionarse ya este agravio comparativo, las funciones y tareas de la extrahospitalaria y hospitalaria también recaen en las AACs. Podemos encontrar diversos casos dependiendo de la OSI, donde la muestra más “insultante” está en las áreas administrativas de ambulatorios donde conviven la extrahospitalaria con la primaria y combinan ambas funciones. Las diferencias que provoca este complemento, limitado injustamente al personal de hospital o consultas externas ambulatorias, deben resolverse a la mayor brevedad, conocemos los planteamientos dados en reuniones bilaterales con la plataforma LAA y estamos esperanzados que con su empuje llegue en un corto plazo la consecución de este complemento que, sin duda, mejorará la disposición del trabajo administrativo de Primaria.
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LA FORMACION
Es necesaria la formación de toda la plantilla de ACC: personal fijo, interino y eventuales especializándose en tareas propias de las áreas administrativas. Un plan de formación correcto a las necesidades reales de cada centro de salud.
Consideramos prioritaria la formación para personal de nueva incorporación a AP. Es decir; el personal en nombramientos eventuales o en sustituciones, antes de su primer contrato, y el reciclaje de personal proveniente de otro tipo de organizaciones, que no sean AP de Osakidetza, tiene que recibir una formación antes de su incorporación al centro de salud o en “solape” con el/la compañera a sustituir.
Así mismo y en la misma línea, se debería reconocer como centro docente y, por lo tanto, como docentes formadores a los trabajadores de la AAC que dedican parte de su tiempo a formar personal, no sólo a los alumnos en prácticas, sino también a personal de las listas de contratación que va a trabajar en alguna área administrativa de AP.
La oferta formativa y el crédito horario para obtenerla debe ser generoso y equitativo, tanto en materias formativas como de disponibilidad: hasta el presente todos los colectivos no sanitarios han sido más discriminados y más aún para personal temporal que fijo.
Exigimos el cómputo total de horas del déficit horario anual para la formación, en la necesidad de adecuar la gestión realizada en las áreas administrativas. No olvidemos que existe un constante aprendizaje de trámites, procesos, herramientas informáticas, reuniones de equipo,... para adaptarse a los nuevos tiempos y para ello debemos ser todo el personal adiestrado.