En vísperas de la convocatoria de la huelga feminista general para defender los derechos de la mujer, una vez más desde Osakidetza y más concretamente desde Emergentziak-Osakidetza nos llega un nuevo episodio de vulnerabilidad de los derechos de la mujer esta vez relacionada con la lactancia materna. Es ampliamente conocida las recomendaciones de la OMS sobre la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé, dicho organismo además promueva la lactancia materna hasta los 2 años de edad del niño.
Las trabajadoras de Osakidetza, dentro de los derechos en el embarazo y la lactancia, tienen reconocido el derecho a la prestación por riesgo de lactancia en el puesto de trabajo. Dicha prestación se concede en situaciones donde es imposible amamantar al bebé en el puesto de trabajo y extraer la leche materna y guardarla en condiciones óptimas. Esta prestación se concede a través de Mutualia, que es la mutua que nos corresponde. En el caso de Emergentziak-Osakidetza los turnos de trabajo son de 12 horas, en las Ambulancias Medicalizadas, las emergencias sanitarias pueden surgir en cualquier momento, por ello no se puede planificar la extracción de la leche.
Además, no hay ningún sitio físico óptimo para guardar lo que se extrae por lo que complica mantener la lactancia materna exclusiva. En el caso de los Centros Coordinadores todavía es más difícil realizar el proceso, desde verano con la falta de cobertura que estamos sufriendo, muchas veces estamos por debajo de los servicios mínimos complicando los descansos, por lo que es imposible ausentarse para la extracción de leche, y también existe el problema para guardar la leche. Por lo que en agosto una de las trabajadoras realizó la petición a la mutua para la prestación por riesgo de lactancia, petición que fue concedida en un primer momento.
Cual fue la sorpresa, cuando nos enteramos de que desde el Departamento de Personal de Emergentziak-Osakidetza recurrieron dicha prestación, argumentando que se va a adecuar el puesto de trabajo por parte de la empresa, por lo que se considera que no existe riesgo para la lactancia en el puesto de trabajo. Después de dos meses todavía no se sabe cuál va a ser la adecuación que se va a llevar a cabo y la trabajadora se tiene que incorporar sin que se garantice la continuidad de la lactancia materna, vulnerando así el derecho a la trabajadora de continuar amamantando al bebé.
Ante esta injusticia queremos denunciar el incumplimiento de los derechos que tenemos las mujeres en este caso de seguir con la lactancia materna, pero también queremos denunciar el maltrato que sufrimos en Osakidetza cuando nos quedamos embarazadas y se nos deniega reiteradamente la prestación de riesgo durante el embarazo y tenemos que seguir trabajando turnos de 12 horas hasta parir. Es inconcebible que en un país donde la natalidad está bajo mínimos, se siga maltratando y discriminando a las mujeres trabajadoras en sus puestos de trabajo, dificultando así tener una conciliación familiar digna. Por esto y por muchos motivos más, hoy más que nunca sigamos luchando por nuestros derechos.
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