Ayer, 3 de enero, se publicó en el BOPV el acuerdo del Consejo de administración de Osakidetza por el que se materializaba la discriminación sistemática del personal migrado a la hora de acceder al empleo público.
En dicho acuerdo se recoge las especialidades médicas y de enfermería donde se podrá contratar a personal extracomunitario y en qué condiciones, tal y como recoge la Disposición Final Primera de la recientemente aprobada Ley de Salud Pública, ley que no da respuesta a las necesidades estructurales de personal de la que adolece Osakidetza.
ESK valora, como no puede ser de otra manera, muy negativamente esta resolución.
En primer lugar, únicamente se permite la contratación del personal médico y de enfermería extracomunitario en los procesos de selección temporal, negándoles la posibilidad de estabilizar su empleo y precarizando sus condiciones laborales, ya que se sigue impidiendo que se presenten a las OPEs que se convoquen.
En segundo lugar, y en lo que atañe a Enfermería, solo levanta dicha prohibición para tres especialidades (Salud Laboral, Salud Mental y Matrona), como si en el resto de ámbitos, como la Atención Primaria, estaríamos sobrados de personal.
En tercer lugar, esta declaración es temporal y se revisará al menos anualmente, por lo que el concepto de “personal de usar y tirar” cobra más énfasis si cabe.
Reseñar que, de las 55 especialidades, 52 son médicas, prácticamente todas las que prestan su servicio en Osakidetza. Para ESK, mediante esta resolución, Osakidetza está reconociendo de facto lo ya denunciado por este y otros sindicatos, en relación al déficit estructural de plantilla.
ESK reitera su exigencia del cambio normativo de la Ley de Empleo Público Vasco y de la Ley de Salud Pública que elimine el requisito de nacionalidad para sustituirlo por el de residencia a la hora de acceder al empleo público en igualdad de condiciones.