La contratación temporal de Osakidetza es un proceso de selección y provisión que tiene la misión de incorporar profesionales para atender las necesidades de personal en la demanda asistencial y no-asistencial del Ente Público

Sin embargo, la gran demanda del personal interino, sustituto y eventual de Osakidetza es saber para cuándo estarán operativas las llamadas Listas de Contratación de 2021 derivadas de la Oferta Pública de Empleo (OPE 2016-17), cuyos exámenes se realizaron en mayo-junio del 2018.

Más de 4 años después la gran mayoría de categorías profesionales siguen sin tener ni siquiera las listas provisionales. En la OPE 2018-19 han realizado sus exámenes la mitad de las categorías y las pruebas de la otra mitad se celebrarán antes de que acabe el año. Los procesos de OPE se reactivan mientras las Listas de Contratación continúan paralizadas. A su vez, el Concurso de Traslados Abierto y Permanente, que también ha costado poner en marcha y al fin se resuelve en categorías mayoritarias este año, provoca movimientos de personal que afectan de lleno a las Interinidades. Esto dará lugar a que las vacantes que se produzcan se cubran todavía con listas de contratación obsoletas de los años 2011, 2014 y 2018.

Es vergonzoso el retraso desde la finalización del proceso de OPE hasta la apertura de las últimas listas de contratación, octubre-noviembre 2021. Y es insultante que, desde la finalización de la inscripción de las listas hasta ahora, no tengamos todavía la mayoría de los listados provisionales, con el agravante de que hasta que no aparezcan los listados definitivos estas nuevas listas no entrarán en vigor.

Durante estos últimos años y, más con la pandemia, han transcurrido periodos de tiempo muy largos donde se ha agotado el personal disponible apuntado en listas. Debido a esto, profesionales de diversas categorías apuntados se llegan a jubilar o ir a otras administraciones que resuelven con mayor celeridad estos procesos. Lo que conlleva una disminución de aspirantes, provocando nombramientos temporales por Curriculum y contratos que vulneran los principios de igualdad, mérito, capacidad, eficacia y agilidad en el proceso de selección, así como la objetividad y transparencia que determina la normativa de su aplicación.