Un año después de la declaración por la OMS de la COVID-19 como pandemia a nivel mundial, el Sector Público Sanitario mantiene los mismos problemas estructurales que nos hicieron afrontar esta grave crisis desprevenidas, desprovistas y desprotegidas, con graves repercusiones negativas para la salud y seguridad de sus profesionales y la ciudadanía.

La administración ha ido adoptando medidas cortoplacistas para intentar resolver “sobre la marcha” problemas sobrevenidos, pero sin solucionar las deficiencias que nos han abocado a las situaciones vividas en el último año.

La falta de voluntad política hace que, en el actual contexto sigamos sin solucionar el grave problema de la precariedad y temporalidad que sufrimos en Osakidetza y sobre el que ha vuelto a advertir la Unión Europea  reclamando al Gobierno Estatal que busque soluciones al mismo de cara recibir los fondos europeos destinados a paliar los graves efectos de la pandemia.

Se ha abusado de la temporalidad en el Sector Público Sanitario durante años, afectando negativamente a las condiciones laborales de sus profesionales. Entre los factores que han desencadenado la situación actual, destacamos: la convocatoria de OPE insuficientes en los últimos años, el fraude en la contratación, las excesivas cargas de trabajo o falta de personal, y la imposición de tasas de reposición.

Las plantillas están asumiendo de manera generalizada cargas de trabajo insostenibles. Es urgente mejorar las ratios actuales, disminuir las cargas de trabajo y regularlas en los ámbitos donde no lo estén. Así como incrementar  las plantillas, incorporando los puestos estructurales ocupados por miles de profesionales de manera eventual.

Sin embargo, el SVS hace una oferta de plazas para la próxima OPE 18/19 totalmente insuficiente, escudándose en la normativa impuesta sobre la tasa de reposición. Esta oferta no da para abordar las deficiencias de fondo ni mucho menos para solucionarlas. Del total de 9.410 plazas vacantes hasta 2019 Osakidetza tan sólo ofrece 3.535, es decir, quedarían fuera del proceso el 62,4% de las vacantes existentes.  Es incongruente que el SVS reconozca la existencia de cerca de 10.000 profesionales temporales y haga una irrisoria oferta de 3.535 plazas para dar estabilidad a las personas que trabajan en la sanidad vasca. Además, hay cerca de 5.000 profesionales en  puestos de trabajo sin crear formalmente y que deberían ser plazas estructurales, ya que las funciones desempeñadas son imprescindibles para ofrecer el servicio sanitario público.

• Es una situación excepcional que requiere medidas excepcionales y mecanismos legales para hacerle frente. Es necesario activar la negociación colectiva y movilizarse para exigir:
• La modificación de los proyectos legislativosahora encima de la mesa, por ser insuficientes, no garantizar la consolidación de empleo ni acabar con el abuso de la contratación temporal.
• A las instituciones de la CAPV y a las fuerzas políticas con representación en las mismas, que impulsen los cambios normativos que habiliten procesos extraordinarios de consolidación, garantistas, negociados y de obligado cumplimiento.
• Que se articulen mecanismos que:

• Obliguen a eliminar el abuso de la temporalidad en la contratación.
• Identifiquen y afloren todas las necesidades estructurales.
• Incrementen las plantillasen función de estas necesidadesevitando volver al escenario actual de alta temporalidad.
• Que las OPE en marcha incluyan medidas extraordinarias acordes a las necesidades de cada colectivo, y sean fruto de la negociación colectiva.
• Que se ponga fin a la política de privatizaciones y externalizaciones.
• Un plan para rejuvenecer las plantillas e incentivar las prejubilaciones.

 

Los Sindicatos ELA, LAB, CCOO, SATSE, STEILAS y ESK saldremos a la huelga el 22 de abril en todo el sector público de la CAPV en favor de la creación del empleo público, la consolidación del empleo temporal y de las trabajadoras/es temporales que lo sufren.

Dentro de esta dinámica os hacemos un llamamiento para que realicéis concentraciones a la puerta de vuestros centros el 30 de marzo y el 15 de abril para denunciar la precariedad y la temporalidad que padecemos.