En primer lugar, agradecer la invitación a ESK para poder explicar nuestro diagnóstico de la situación en la que se encuentra Osakidetza, y por ende la Sanidad Pública, así como a los retos a los que se enfrenta y las soluciones que ESK plantea, ya que la actual Consejera de Salud, a pesar de sus manifestaciones públicas, no recibe a todos los sindicatos con representación en Osakidetza, al menos a ESK no.
Para ESK la pasada Legislatura ha estado marcada por dos hechos muy relevantes; por un lado, el haber sacado a la luz el sistema clientelar, instaurado de manera estructural y con el conocimiento y el aval de las diferentes direcciones de Osakidetza y del Departamento de Salud, en la adjudicación de determinadas plazas de facultativos médicos, cuyas consecuencias penales están siendo investigadas judicialmente y que supuso la dimisión del Consejero Darpón y de la plana mayor de Osakidetza, con su Directora General, señora Múgica, a la cabeza. Escándalo que ha sacado a la luz un Sistema de Provisión y Selección que necesita de una remodelación urgente y que fue objeto de una ponencia en la legislatura anterior.
Por otro, la irrupción del SARS-CoV-2, que ha hecho evidente las carencias estructurales de Osakidetza denunciadas sistemáticamente por el conjunto de los agentes sociales y sindicales. Irrupción que, a pesar de la insistencia de los poderes públicos en asegurar su “imprevisibilidad”, ya era más que evidente para la Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación dependiente de la OMS, que en su informe anual de septiembre de 2019, ya alertaba del grave peligro de padecer pandemias de consecuencias devastadoras, y afirmaba que “el mundo no está preparado para una pandemia provocada por un patógeno respiratorio virulento que se propague con rapidez”, así como de las dificultades y obstáculos a los que se enfrentaba la sociedad y de las medidas requeridas, medidas que no fueron tenidas en cuenta en ningún ámbito.
Sólo el esfuerzo y la responsabilidad personal de la Plantilla, poniendo en riesgo su salud y la de sus allegados, evitaron y están evitando el colapso de nuestro Sistema Sanitario. Mientras, los y las responsables de las diferentes OSIs, de Osakidetza y del Departamento de Salud han eludido las suyas, han sido incapaces de dotar de las mínimas medidas de protección a las trabajadoras, propiciando el contagio entre los y las profesionales, han sido incapaces de incrementar las plantillas, sometiendo a estas a un aumento de cargas de trabajo inasumibles, han sido incapaces de formar al personal; de manera que nuestras compañeras se enfrentaban a una situación caótica, carentes de medios materiales, de recursos humanos, sin EPIs adecuados y sin un mínimo de conocimiento de la situación real a la que se enfrentaban. Situación denunciada por ESK ante los Tribunales, y que supuso una condena a Osakidetza por incumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Nos encontramos así con una plantilla exhausta, física y mentalmente, que sigue siendo sometida a cargas de trabajo inasumibles, que se ve obligada, merced a las directrices de Osakidetza, a dar una mala asistencia a la ciudadanía, y que no ve ninguna medida por parte del Departamento de Salud, para aliviar la situación.
Osakidetza ha mostrado las graves carencias a que las políticas de desmantelamiento y privatización del PNV, junto con sus socios del PSE la han abocado.
Políticas que se han materializado en una caída del gasto sanitario en nuestra Comunidad. Según un informe publicado por AI en julio de este año, titulado “La década perdida. Mapa de austeridad del gasto sanitario en España del 2009 al 2018”, dicho gasto ha caído en la CAV un 7,28% en dicho periodo, gastando 117,28€ menos por habitante en 2018, en comparación con 2009. Desinversiones brutales en AP; con una disminución del gasto sanitario público en la misma de 76.567,49€ en dicho período (una caída del 14,13%); con una visión hospital centrista de la salud que se traduce en un gran desequilibrio en la inversión entre ambas (frente al descenso ya mencionado en AP, nos encontramos con un aumento en la Atención Especializada del 2,85%).
Para ESK, estos datos dejan al descubierto la apuesta del PNV durante todos estos años en los que ha gobernado junto con su socio, el PSE; una apuesta por los recortes, avanzar en la privatización y dar pasos firmes en el desmantelamiento de la AP, pilar fundamental de un Sistema Sanitario Público por su papel en el fomento y promoción de la salud y en la prevención de la enfermedad y que actualmente debiera cumplir un papel central en el control de la pandemia. Una apuesta privatizadora que llevo al hartazgo de los y las profesionales de nuestros Centros de Salud que, aglutinados en la plataforma Lehen Arreta Arnasberritzen, llevaron a cabo movilizaciones importantes durante el año pasado, con tres convocatorias de huelga, con una gran participación de su plantilla y con el objetivo de dignificar y empoderar la AP, dotándola de la centralidad que se merece dentro del Sistema Sanitario. Huelgas que contaron con el apoyo y la participación de ESK.
Una AP condenada por el PNV a ser la hermana pobre de Osakidetza y que ahora se ve obligada a asumir tareas y cargas de trabajo sin el correspondiente aumento de personal y medios materiales, donde se ha visto convertida en piedra angular del diagnóstico y control de esta pandemia sin dotarla de los recursos necesarios, donde se ve obligada a blindar los Centros de Salud, recortando la atención presencial, aumentando brutalmente las consultas telefónicas, con la dificultad añadida que supone su resolución, obligado al AAC a asumir funciones con un perfil cada vez más sanitario, recortando el horario de atención en algunos centros (PAC Deusto) y amenazando o cerrando otros (PAC de Gorliz, PAC de San Martín, PAC de Zumárraga), impedida para realizar el adecuado control y seguimiento de las personas con pluripatología, sin poder realizar los cribados de determinadas patologías, ni implementar los Planes de Prevención y Promoción de la Salud, rompiendo la relación personal que se establece a largo plazo entre el personal del centro de salud y sus pacientes, etc.
La situación de la pediatría en Atención Primaria es más que preocupante, después de 2 años de la aprobación de las estrategias para la AP que preveía la contratación centralizada de pediatras, la tendencia ha empeorado considerablemente. Hay Unidades de Atención Primaria que dejan de tener pediatría para concentrase en centros de referencia más grandes, situación que provoca recortes en el horario de 5 a 8 de la tarde.
Condiciones laborales que han empeorado en la atención domiciliaria, sin medios materiales, donde cada trabajador ha de usar su coche, colocándose el EPI en el mismo, solos y sin supervisión; entran en un entorno de alta contagiosidad, salen del domicilio y retiran EPIs en las mismas condiciones, para volver al centro con el medio de transporte propio. Sin que esté establecido tiempo para esta actividad.
Una AP cuyas infraestructuras son tan precarias como sus condiciones de trabajo. Hay centros de salud sin espacio, sin material, compartiendo salas y ubicaciones, con vestuarios paupérrimos, salas de espera sin distancias, etc.
Fomentando la invisibilización de la violencia hacia las mujeres, al ser los CS uno de los lugares donde, gracias al tipo de atención, se facilita la detección de esta realidad por desgracia, tan cotidiana. Invisibilización característica de Osakidetza, la mayor empresa de la CAPV que sigue incumpliendo la Ley sin tener desarrollado el obligado Plan de Igualdad.
El PNV, con la excusa de la pandemia, aprovecha para continuar con sus políticas de recortes asistenciales con el fin de forzar a la población a acudir a la sanidad privada, aumentando las desigualdades ya existentes y haciendo de nuestra salud su negocio.
Negocio que se puede comprobar en el mantenimiento de la autoconcertación, también conocida como “peonadas”; mecanismo perverso que induce al personal médico a debilitar su trabajo en el turno ordinario de mañana, para aumentar así las listas de espera y poder obtener un suculento sobresueldo con su actividad frenética por las tardes, incrementándose el riesgo de cometer errores y accidentes y disminuyendo la calidad de la atención prestada. ¿Por qué no se establecen turnos normalizados de M y T en todos los Servicios? Seguramente porque este sistema ha resultado una buena herramienta para lograr la sumisión de una parte importante del colectivo médico a los criterios de Osakidetza, mediante estos sobresueldos que cobran unos pocos, pero pagamos entre todos y todas.
O en la derivación a Centros Privados, una partida considerable que se detrae del presupuesto público y que recae en un grupo de centros, algunos cuyo mayor porcentaje de actividad proviene de Osakidetza.
O en la falta de respuesta satisfactoria a la reivindicación histórica de la población de Tolosaldea a la publificación de la Clínica de la Asunción, integrada en la OSI correspondiente, pero manteniendo su carácter privado. ESK está a la espera de que Osakidetza, tras el fin del Plan Estratégico 2015-2020, realice la oportuna evaluación y elaboración de uno nuevo que tenga en cuenta la petición a favor de un hospital público por parte de alcaldes y agentes de la comarca.
O en la puesta en marcha del Convenio de vinculación entre el Departamento de Salud y la Fundación Onkologikoa. Convenio que consolida su financiación con dinero público, realizando inversiones sin garantía de titularidad pública, suministrándole el personal necesario desde las LLCC de Osakidetza y permitiendo que siga lucrándose con su actividad privada.
ESK también quiere denunciar la nefasta gestión que Osakidetza ha realizado con relación al n.º de camas hospitalarias, con el único objetivo del ahorro económico. Ante el anuncio de la consejera de la existencia de 3,2 camas en los hospitales públicos por 100.000 habitantes, ESK quiere remarcar que estamos lejos de la media europea, cifrada en 5,08, y muy por detrás de Bulgaria (7,27) o Croacia (5,49).
Otra de las áreas tensionadas por la situación sanitaria y cuyo déficit estructural ha denunciado sistemáticamente ESK, es la de Emergencias-Osakidetza.
Según los últimos datos facilitados por la propia Osakidetza, entre 2017 y 2019, las UVIs móviles han aumentado su actividad en un 27%. Y eso antes del coronavirus.
1.-UVIs MÓVILES
Mientras que la OMS recomienda una UVI móvil por cada 120.000 habitantes, en la CAV, disponemos de una por cada 200.000 habitantes.
Existe un déficit alarmante en Araba, donde sólo se dispone de un recurso de Soporte Vital Medicalizado situado en Gasteiz, que tiene unos 250.000 habitantes, muy por encima de los 120.000 habitantes referidos, ya que la UVI ubicada en Llodio, está adscrita a Bizkaia y cubre una zona muy alejada del resto de Álava (Llodio y valle de Ayala), suponiendo esto un desamparo más que evidente para demasiadas poblaciones de Araba.
Además, en Bizkaia también hay zonas desprotegidas con tiempos de llegada de 1 hora para la UVI correspondiente, por ejemplo, a Karrantzaldea y Durangoaldea.
Por otro lado, fruto de los recortes aplicados por las políticas del PNV, fue la eliminación de la ambulancia de traslados interhospitalarios en 2008; desde entonces, cada vez que se realiza un interhospitalario se ocupa durante demasiado tiempo una de las UVIs de la red, dejando a la población con una ambulancia medicalizada menos.
Es el momento de cambiar y mejorar el modelo actual de Emergencias, dimensionándolo correctamente, dotándolo de más recursos; para ESK es urgente, imprescindible y de justicia, la implementación de una UVI móvil en Iruña de Oca (Araba), dos UVIs móviles en Bizkaia (Duranguesado y Encartaciones) y una Ambulancia de transporte interhospitalario, ambulancias que llevamos más de 6 años reclamando públicamente.
Para ESK no es cuestión de ratios, sino de salvar vidas y dar una asistencia equitativa a toda la población. Las UVIs móviles llevan los equipos técnicos necesarios y profesionales preparadas para responder a todas aquellas urgencias y emergencias en las que esté comprometida la vida de una persona.
2.- RECURSOS PRIVADOS
Es necesario integrar en la red pública a todas las ambulancias que ahora trabajan para las empresas privadas.
Las UVIs de Elgoibar y Tolosa, así como 10 de los 11 recursos de SV Avanzado con enfermería más la totalidad de los recursos de SVB son “concertados con empresas privadas”
Este tipo de contrataciones empeora las condiciones laborales de los trabajadores y la calidad asistencial, porque no es infrecuente que se encuentren sin medios materiales que deberían llevar o que los lleven en malas condiciones.
3.- VIR
Para ESK, es imprescindible la instauración de los Vehículos de Intervención Rápida (VIR), que no existen en Euskadi y sí en otras comunidades. Vehículos más pequeños que una ambulancia, sin capacidad de traslado, pero con dotación igual a una UVI, por lo que puede prestar asistencia sanitaria de urgencia y emergencia en cualquier lugar, incluido un domicilio, pudiendo así reducir las hospitalizaciones, evitando saturaciones hospitalarias.
4.- CENTROS COORDINADORES
En Emergencias también se incluyen los Centros Coordinadores y el Consejo Sanitario, para la recepción de llamadas, los cuales están mal dimensionados y precisan de más personal. Las condiciones de trabajo, la actual organización y las cargas de trabajo en todas las categorías de profesionales, la mala gestión en la contratación de personal todo ello está llevando al personal a situaciones de agotamiento, poniendo en peligro la salud de las personas trabajadoras y la seguridad del paciente
Así mismo, la Covid-19 y sus consecuencias sociosanitarias han puesto de relieve la frágil situación de nuestra Red de Salud Mental. Una Red que, en los momentos álgidos de la primera ola, ha visto como le tocaba enfrentarse en sus Centros Hospitalarios a una realidad totalmente ajena a ella y para la que no se encontraba ni dotada, ni preparada, una realidad de asistencia cotidiana enfundadas en EPIs deficientes que no habían usado nunca y sin tiempo de formación adecuada.
Una Red que, en su asistencia primaria, dejó desvalida a toda una población que ha vivido totalmente desquiciada su confinamiento y a la que Osakidetza no supo dar respuesta; realidad que se ve continuada hoy en día, con la implantación de la asistencia telefónica, obviando la necesaria e imprescindible relación de confianza con los y las terapeutas.
Una Red de Asistencia Primaria incapaz de detectar por falta de recursos humanos y materiales, los graves problemas que en la salud mental de todas nosotras está causando esta pandemia y las decisiones políticas que se están tomando, aislándonos más y más de nuestras relaciones sociales y familiares y fomentando la falta de redes comunitarias de apoyo.
Para ESK es imprescindible una adecuada coordinación entre esta Red Primaria de Salud Mental, y los EAP, de manera que se articulen Iniciativas Comunitarias para mejorar y promover la Salud Mental de la población.
A pesar del autobombo de la Consejera, para ESK el ámbito de la atención a las personas presas no ha mejorado en absoluto con la integración de la sanidad penitenciaria en Osakidetza en 2011, sino, ¿cómo explica las 5 muertes en la prisión de Zaballa en lo que vamos de año? ¿o el auto de la jueza de Vigilancia Penitenciaria que obliga a Osakidetza a variar los protocolos de reparto y custodia de medicación debido a las múltiples intoxicaciones? Teniendo en cuenta que se calcula que el 75% de la población reclusa es consumidora de algún tipo de drogas, ¿qué medidas adopta Osakidetza? Ninguna, el Marco Estratégico presentado por el Departamento de Salud miente al asegurar que acceden a los servicios sanitarios en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanía, o que los servicios penitenciarios son centros de salud de AP, ¿Cuántas personas han muerto en alguno de esos centros de salud? Es imprescindible, tal y como demanda asociaciones como Salhaketa, un plan integrado y coordinado desde distintas instancias que contemple la atención integral de las personas presas (recursos socio sanitarios fuera de las prisiones, excarcelación inmediata de personas gravemente enfermas, aumento de las plantillas de Osakidetza que presta sus servicios en prisiones…)
A todo esto, se suma la supeditación de Osakidetza a los intereses de la industria farmacéutica. Vemos como el Departamento de Salud carece de un planteamiento propio en esta materia, sometiéndose a las directrices que llegan desde Madrid y sin cuestionar el papel que las grandes empresas ligadas al gran negocio del medicamento juegan para conseguir su máximo beneficio.
ESK exige la creación de una Agencia Vasca del Medicamento que se encargue de la investigación, fabricación, distribución y dispensación de los medicamentos considerados esenciales por la OMS, incluidos los hemoderivados; así como la puesta en marcha de una Industria Sanitaria Pública para desarrollar todos aquellos elementos necesarios para dotar a Osakidetza (EPIs, Test Diagnósticos, etc.).
Este contexto de recortes y privatizaciones se ve amparado por un marco legal que contó con el apoyo en el Parlamento de la capital del reino del PNV, nos referimos a la Ley 15/97 sobre nuevas formas de gestión en el SNS y del Art 90 de Ley General de Sanidad, que permite los conciertos con entidades privadas a los que me he referido anteriormente.
Pero no sólo están estas fórmulas; el 23 de mayo de 2012 el Consejo de Administración de Osakidetza aprobó, bajo la presidencia del consejero del PSE señor Bengoa, la creación de las UGC. Estas Unidades se presentan como herramientas “neutras” para una gestión más eficiente y participativa, pero ocultan la verdadera intención de la administración para introducir de manera solapada mecanismos de gestión mercantil.
La UGC se basa en el acuerdo de Gestión Clínica, suscrito entre la persona responsable de la misma, y el Director-Gerente de la Organización de Servicios implicada. En este documento se establecen cuestiones fundamentales como son: objetivos, recursos humanos y materiales, presupuesto o criterios para el reparto de incentivos. En este sentido, se insiste: el Acuerdo contemplará “los criterios y mecanismos para el reparto de incentivos…de acuerdo con las mejoras y ahorros generados”, ¿y esto por qué? ¿no nos llega el sueldo? ¿o es reparto de prebendas entre una determinada casta?
Pero, además, se le otorga un gran poder al director/a de la unidad, que decide, entre otras cuestiones: la implantación de las normas de funcionamiento, los perfiles y requisitos más adecuados para la cobertura de las vacantes de la Unidad, la dotación de personal necesaria incluso puede proponer al Director-Gerente la contratación de bienes y servicios para la Unidad…vamos, como un gestor privado.
Las UGCs fragmentan los centros creando múltiples microempresas dentro de los mismos, para competir entre sí, financiándose con fondos públicos. Pueden establecer alianzas y acuerdos con otras del mismo o de diferentes centros sanitarios, públicos o privados, para desarrollar sus estrategias empresariales, dando entrada al capital de empresas o laboratorios farmacéuticos en la provisión y gestión de servicios sanitarios. En fin, el Caballo de Troya de la privatización.
Lo que la Sociedad Vasca necesita es una mayor inversión en Sanidad, hasta alcanzar al menos el 7% del PIB, una inversión en Salud Pública, en Hospitales y camas de subagudos, pero sobre todo en AP, en esta debería alcanzar el 25% del presupuesto, para conseguir que goce de la centralidad que se merece.
ESK defiende una AP cercana al barrio, que impulse todas aquellas acciones que promuevan la salud; acciones planificadas con el tejido asociativo de cada barrio, acciones de promoción, pero también de prevención de la enfermedad que tengan en cuenta los determinantes sociales de salud, porque otra de las cosas que ha puesto sobre la mesa la Covid, es que el virus no afecta por igual a todas las personas, que la influencia de dónde y cómo vivas es fundamental para desarrollar un buen proyecto vital. Y una herramienta básica para acabar con estas desigualdades es una política fiscal que acabe con la pobreza, por ello, ESK defiende la instauración de una Renta Básica Incondicional y Universal.
Necesitamos una Política basada en la Soberanía Alimentaria, de forma que acerquemos la producción local a las necesidades de nuestros Centros y Hospitales; favoreceremos así la industria agroalimentaria propia y la descarbonización de nuestros entornos. No olvidemos que la nutrición es una pieza fundamental de nuestra Salud.
Por último, pero no menos importante, ESK quiere remarcar el imprescindible cambio de rumbo que ha de tomar la Política de Selección y Contratación en Osakidetza; política puesta en entredicho por un lado con la constatación pública del sistema clientelar instaurado de manera estructural en Osakidetza para adjudicar determinadas plazas de especialidades médicas, y por otro el colapso al que se ha visto avocada Osakidetza tras la irrupción del SARS-CoV-2, que ha mostrado las carencias estructurales en materia de personal.
Por nuestros datos, ya que Osakidetza no nos los suministra, actualmente trabajamos en ella en torno a 35.000 personas; de ellas 14.000 (cerca del 40%) con carácter eventual, 5.000 en interinidad. Una parte importante de estas 14.000 son, en realidad, puestos estructurales.
El propio Lehendakari reconoció, al asegurar que la plantilla había crecido un 8% alcanzando las 38.000 personas, que Osakidetza necesita un incremento importante de Plantilla, incremento que, a entender de ESK, debería acercarse al número de efectivos que, según el Dpto de Trabajo, se vio afectado por las últimas jornadas de huelga (42.668).
Por lo tanto, es fundamental que la figura del contrato coyuntural o de acumulación de tareas se restringa e incluso desaparezca. ESK considera que realizan tareas estructurales por lo que, insistimos, las plazas han de ser estructurales.
Para reducir dicha tasa de temporalidad, es imprescindible una planificación estratégica que incluya un Plan de RRHH que estudie las altas tasas de eventualidad, que dé respuesta a la consolidación de las plantillas, que contemple la posibilidad de dar soluciones específicas a situaciones de personal eventual con un largo recorrido laboral en Osakidetza, que tenga en cuenta las necesidades de personal y de renovación de una plantilla muy envejecida. Articulando OPEs bienales que sirvan para asegurar un proceso continuo de cobertura de vacantes.
Un plan de RRHH que contemple la realización de evaluaciones periódicas, rigurosas y específicas de los diferentes puestos de trabajo, evaluación que ha de incluir los riesgos psico sociales, y han de realizarse por unidades de trabajo, Los tímidos pasos dados por Osakidetza en esta dirección han sido fruto de la presión sindical, más que de un claro compromiso por la salud de su plantilla.
Un plan de RRHH que no olvide la Formación. Formación que Osakidetza ha de asegurar a toda su plantilla, independientemente de su categoría profesional, favoreciendo planes formativos cuyo objetivo no sea la mera adquisición de méritos, impidiendo la proliferación de academias que solo buscan vender certificados. Planes formativos adecuados a la categoría, al puesto y a la tarea que se realiza; impartidos por personal de Osakidetza, debemos enriquecer y compartir el conocimiento que nuestros profesionales desarrollan en su día a día.
Pero la precariedad no solo es fruto de la temporalidad. Como ya he mencionado antes, la Ley 15/97, supuso que en Osakidetza proliferasen las concesiones a empresas privadas para la realización de determinados servicios; empresas cuyo único objetivo es el beneficio económico, un beneficio que se consigue mediante la precarización de las trabajadoras y trabajadores que prestan sus servicios en dichas empresas, aunque en realidad trabajen en y para Osakidetza.
Y no nos referimos solo a los mal llamados servicios no sanitarios. Tras la imagen corporativa de Osakidetza, se esconden empresas privadas que consiguen un jugoso beneficio económico a costa de su plantilla. Nos referimos, como hemos señalado antes, a los servicios de Emergencia, o al servicio de atención sanitaria urgente a domicilio que prestan profesionales de medicina dependientes de los PAC, pero subcontratados a empresas privadas o a la RTSnoU, realizado al 100% por compañeras y compañeros en la misma situación.
Para ESK, es fundamental que en dicho Plan de RRHH se contemplen fórmulas de reversión de estas plantillas a Osakidetza, unas condiciones laborales dignas dan cobertura a unas prestaciones dignas. Dichas formulas han de ser flexibles y adaptadas a la realidad de cada Organización. Entendemos que, en el proceso, Osakidetza debe atender fórmulas de transición que han de ser consensuadas no solo con los agentes sindicales, sino también con el personal que conforman las plantillas de dichas empresas.
En definitiva, un cambio radical en las políticas instauradas por el PNV para poder prestar la atención que la Sociedad Vasca se merece.
Primera parte de la comparecencia de nuestra delegada Patxi Nicolau que expone, en el Parlamento Vasco, nuestro diagnostico de la situación actual por la que atraviesa Osakidetza.
Segunda parte de la comparecencia de nuestra delegada Patxi Nicolau que expone, en el Parlamento Vasco, nuestro diagnostico de la situación actual por la que atraviesa Osakidetza.
Nuestra delegada Pilar Corraleño expone, en el Parlamento Vasco, nuestro diagnostico de la situación actual por la que atraviesa el servicio de Emergencias de Osakidetza.
Nuestra delegada Patxi Nicolau defiende en el Parlamento Vasco la necesidad de los Puntos de Atención Continuada.
Nuestra delegada Pilar Corraleño responde en pregunta parlamentaria respecto a la posibilidad de publificar todo el servicio de la red de ambulancias, en la actualidad en manos de empresas privadas.